El entrenador del Deportivo considera que su equipo mereció un mejor resultado en el campo asturiano de hierba artificial
11 abr 2021 . Actualizado a las 21:54 h.Aun consciente de que actuar en un campo de hierba artificial como el del Langreo era un problema añadido para su equipo, Rubén de la Barrera no contaba, ni mucho menos, con regresar de vacío de su visita al otro lado del Eo. Para ello, planteó un encuentro con una primera parte de adaptación para rematar en la segunda parte. Pero no le salió y se lamenta. Entiende injusto el resultado, pero mira al frente. Y el frente está en ese partido contra el Numancia del próximo domingo, en el que el Dépor se juega muchas de sus opciones no descender a Segunda RFEF.
«Era un partido que sabíamos que íbamos a tener que controlar para adaptarnos. Hemos intentado evitar que pasaran cosas en la primera parte. Luego, antes de su gol, tuvimos dos ocasiones muy claras. Pero se adelantaron y lo que siguió después fue la consecuencia de su gol», avanzó el técnico a la conclusión del duelo.
Lo había advertido en la previa y el partido lo confirmó: «El que consigue la ventaja tiene mucho ganado. Aun así, intentamos darle la vuelta. Ese control que tuvimos del partido no sirvió para evitar esa acción de la que dispusieron en la segunda parte y que lo condicionó todo. Luego intentamos ese tanto del empate que nos permitiera, al menos, sumar, pero fue imposible».
Y es que una y otra vez, De la Barrera insistió en cómo ese gol había condicionado el duelo. «Poco a poco fuimos imponiéndonos en el partido. Antes de la ocasión clara de Miku, estábamos comiéndoles cada vez más terreno. Pero el gol lo reventó absolutamente todo», enfatizó el entrenador blanquiazul.
El técnico coruñés explicó cuál era su idea con la alineación de Rayco en el once inicial: «Buscábamos amenazar la espalda de su lateral Santos, pero no fue un partido fácil para Rayco una vez que vio esa tarjeta. Es gente joven, con ansia, y este tipo de situaciones hay que gestionarlas y controlarlas para que pueda ofrecer el rendimiento que sabemos que puede darnos», analizó.
Del mismo modo, argumentó lo que buscaba con el triple cambio ejecutado tras el tanto del Langreo: «Buscaba sujetarlos por dentro, tener presencia en el área, concluir con centros laterales. También romper la espalda de la última línea. Y, sobre todo, lo dicho, tener mucha presencia en el área».
Por último, aunque defraudado por el resultado, Rubén de la Barrera se mostró confiado por el desenlace de la competición. «Antes de que comience todo, la gente piensa que esto se soluciona por la vía rápida. Y sí, el equipo tiene que estar preparado para arreglarlo por la vía rápida, pero si no es tan rápida, también. El objetivo sigue siendo el mismo. Si podemos, no queremos llegar a las últimas jornadas compitiendo por cerrar ese sitio en la Pro. Pero seguimos dependiendo de nosotros. Era una ocasión importantísima, que la victoria nos permitiría cosas. Pero hay que reaccionar ante el resultado que no queríamos».
Y así explicó que el partido del Numancia mantiene la misma importancia que si el Dépor hubiera ganado esta jornada: «Va a ser un partido muy disputado y habrá que hacerlo bien para ganar. Ni más, ni menos», apostilló.