Borja Jiménez se adelanta en la carrera hacia el banquillo del Dépor

Casi una semana después de adoptar la decisión de no renovar a Rubén de la Barrera como entrenador del Deportivo, continúa el análisis para determinar quién ocupará la vacante dejada por el coruñés en Riazor.

En la actualidad, la lista se ha reducido a tres entrenadores y no parece que pueda aumentar el número. Se trata de Yago Iglesias, Borja Jiménez y Juan Carlos Carcedo. Hasta ayer mismo estuvo sobre la mesa la posibilidad de incorporar a Julián Calero pero, según algunas fuentes, su nombre ha perdido fuerza entre los favoritos.

Tras entrevistarse con todos ellos y analizar la situación, el exentrenador del Cartagena es el que llega a la recta final de la carrera por el banquillo de Riazor con ligera ventaja. De momento, ni hay acuerdo con el entrenador, ni negociaciones avanzadas, a la espera de que el asunto pueda ser tratado en los próximos días en el consejo de administración, que será el órgano que finalmente elija al hombre que tendrá la responsabilidad de devolver al Deportivo al fútbol profesional.

Los dos ascensos a Segunda División que ya figuran en el palmarés de Borja Jiménez son considerados en la plaza de Pontevedra como una garantía a la hora de su contratación. De hecho, ambos fueron logrados de manera diferente. En Miranda de Ebro estuvo al frente de un proyecto humilde, porque aunque ya había jugado en el fútbol profesional, no era un habitual. Consiguió transformar el fútbol tradicional del norte en un juego de posesión, presión alta y protagonismo. En Cartagena afrontó una experiencia con más presión. El club murciano llevaba años intentando el salto y se hizo una apuesta fuerte por lograrlo. Así que la situación era similar a la del Deportivo, al que también le urge ascender. Es decir, no se vio superado por la presión ni por un vestuario con cierta veteranía.

En medio de estos dos equipos se fue a Grecia. Aunque había ascendido con el Mirandés, rechazó la propuesta de renovación de un año para poder entrenar un equipo de máxima categoría. En el Asteras fue destituido de forma prematura después de superar una eliminatoria de la Copa y realizar un mal inicio de temporada.

Campeón con el Cartagena

Fue entonces cuando Gustavo Munúa rompió con el Cartagena para irse al Nacional de Montevideo. El club murciano fichó a Jiménez. A pesar de la dificultad que entraña coger a un equipo a mitad de temporada (lo hizo en Navidades) consiguió mantener el primer puesto en su grupo. En la eliminatoria de campeones, a partido único, se midió al Atlético Baleares, al que derrotó en la tanda de penaltis sellando así el ansiado ascenso a Segunda División.

Su conocimiento del mercado de Segunda B abarca todo el territorio, ya que ha entrenado en tres de sus cinco grupos. En el primero estuvo a punto de meter al Rápido de Bouzas en el play off de ascenso, todo una hazaña; en el segundo, salvó al Valladolid B del descenso en una temporada en la que empezó dirigiendo al cadete y, posteriormente, ascendió al Mirandés; en el cuarto, su citada experiencia en el Cartagena, también con ascenso incluido.

Y, mientras Jiménez gana enteros, Yago Iglesias parece no terminar de convencer a los responsables blanquiazules que creen que le falta cierta experiencia, que sí atesora el abulense.

En esta carrera por el banquillo también figuran dos que actualmente están inmersos en el play off de ascenso. Se trata de Juan Carlos Carcedo, que entrena al Ibiza, y Julian Calero, técnico del Burgos.

De ellos, el que parece gustar más en la actualidad es Carcedo, que ha arrasado en su grupo, cierto que con un equipo confeccionado a base de talonario. Es la primera experiencia del riojano como primer entrenador, después de que la mayor parte de su carrera deportiva la haya pasado como segundo de Unai Emery (Almería, Valencia, Spartak de Moscú, Sevilla, PSG y Arsenal).

Según algunas fuentes, el consejo quiere tener cerrada la contratación a principios de la próxima semana.

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