Una llamada de Axel Torres llevó al secretario técnico del Deportivo a descartar un puesto fijo como auditor e incorporarse a un singular vivero de periodistas cazatalentos
26 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En esos laberintos que traza el sistema educativo para determinar prematuramente el futuro de tantos niños, las posibilidades de repesca son escasas. Una vez elegidas ciencias o letras, abjurar es un follón. Pocas veces aparece una segunda oportunidad tan clara como la que marcó la carrera de Carlos Rosende y deparó, con años de antelación, lo que hasta el momento es un giro al alza en la historia del Dépor.
El nuevo secretario técnico blanquiazul, que optó por Borja Jiménez y encabezó el rediseño del plantel, llegó al club por la vía del periodismo, y al periodismo a través de una llamada que recondujo su vocación. Licenciado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas, unas prácticas en Inditex concluyeron en oferta de plaza fija dentro de una de las grandes auditoras a nivel nacional. El contrato suponía la renuncia por escrito a esas horas dedicadas a escrutar el balompié de distintas latitudes. Las dudas estaban casi resueltas en favor de la seguridad cuando sonó el móvil y la voz de Axel Torres al otro lado de la línea.
«En ese momento yo no era consciente de que la conversación fuera a ser decisiva —asegura, de nuevo al teléfono, el comunicador catalán—. Él estaba bien encaminado y habría tenido una vida cómoda en su sector, pero estaba muy claro que le apasionaba el fútbol, que disfrutaba contándolo y hablando de él. Yo le comenté que ese talento no abundaba y había que canalizarlo porque de lo contrario sería una gran pérdida para este tipo de periodismo. Si hubiera firmado se quedaría sin tiempo para algo que aún se estaba tomando de modo amateur. Me parecía brillantísimo escribiendo de fútbol y se lo dije».
Rosende rechazó la seguridad de los números y se la jugó a profundizar en un terreno al que se había aproximado de refilón, como producto de entretenimiento y reflexiones de red social. Twitter fue el escaparate a través del que Axel Torres nutrió su proyecto web MarcadorInt, nacido a partir de un programa de Radio Marca y convertido con el tiempo en vivero de cazatalentos para varios clubes de primer nivel. Los seleccionados compartían perfil: «Era gente reservada, algo que siempre me ha dado muy buena espina. Establecían contacto, yo les contestaba y nunca pedían nada. Mantenían cierta distancia y eso me generó confianza. Se les veía inteligentes, con talento comunicativo y al analizar. No elegimos a quienes se ofrecieron sino a quienes nos gustaron y no se ofrecieron nunca», detalla el comunicador.
«Con Rosende, en concreto, coincidíamos en ser del Arsenal —profundiza— y además él se llevaba con Sergio Santomé, el primero al que recluté. Fue quien nos juntó».
Santomé es un lalinense que ejerce de ojeador en el Olympique de Marsella, segundo clasificado en la liga francesa. Su primer encuentro con Rosende fue «en Madrid, en septiembre del 2010. Yo estudiaba Periodismo y él ADE y contactamos en Twitter. Entonces aquello era muy distinto, no había tanta gente y era mucho más fácil que a partir de la afinidad te acabaras conociendo en persona. Desde entonces mantenemos una amistad muy estrecha». A su amigo lo retrata así: «Tiene algo muy sencillo, pero muy difícil de encontrar: sentido común. Tanto a la hora de actuar y de interactuar como al tomar decisiones. Con mucha sangre fría, que es fundamental en un puesto de responsabilidad como el que ocupa».
Estuvo en el arranque de MarcadorInt y se cuenta entre quienes encontraron en ese portal la inesperada rampa de lanzamiento hacia otro ámbito profesional. «Mi objetivo no era llegar a un club. Ni lo veía cercano ni realizable. Luego sí me llamó la atención cuando empecé a tener contacto con gente del entorno. Mi vocación era la de periodista y solo me planteé saltar a ese otro mundo cuando Pablo Longoria me llamó para ir al Valencia». A Longoria, curtido en Marcador Internacional (la versión radiofónica previa a la web), se lo llevarían desde Mestalla a Marsella, donde actualmente preside (con solo 35 años) el Olympique. Hasta allí lo siguió su ojeador de cabecera.
Alguien que, como Tomàs Martínez, Guillermo Valverde —ambos, en la Real Sociedad— o Andrea C. Orts —en el Espanyol— lució en un portal especializado de Internet los conocimientos que ahora aplica para captar talento internacional. De momento, el Dépor no exige a Rosende registros ajenos al mercado español. «Ha sabido analizar el club, la categoría, el mercado más conveniente —razona Áxel—. Tiene un criterio probado y lo adapta a lo que se le pide. Aquí no se trata de traer gente desconocida, apuestas para colgarte la medalla; Carlos tiene los pies en el suelo, lo que toca en el sitio donde está es sumar». De eso aprendió un montón antes de descolgar el teléfono, abrazar el fútbol y despedirse del auditor.
«De todos los que pasaron por ahí, es quien tiene el puesto de mayor responsabilidad»
«Sin Twitter, mi carrera habría sido muy distinta. Ahí me di a conocer, ahí conocí a Axel y a Pablo Longoria. Hay muchas más ventanas al mundo a través de estas herramientas que yo considero meritocráticas porque facilitan que quienes lo merecen puedan darse a conocer y progresar». Sergio Santomé tiene la prueba de los beneficios que puede tener una red social.
A Axel Torres le puso en bandeja la confección de su grupo de trabajo: «Estábamos en los inicios de Twitter y había gente que me gustaba por cómo hablaba de fútbol y la personalidad que desprendían. Me rodeé de esa gente y los fui incorporando para esa experiencia que fue la web de MarcadorInt —por ella pasó también Martín Castiñeira, responsable de captación en la base blanquiazul—. Que varios acabaran en clubes tiene distintas lecturas: una sería que hicimos una buena selección, y otra es más preocupante para el periodismo y dice que a esos niveles hay oportunidades más estimulantes en el fútbol que en el periodismo. Con los nuevos repartos, ciertos clubes tienen mucho dinero y no les supone un despilfarro ofrecer buenos contratos a gente joven para armar sus secretarías técnicas. Contratos imposibles en el periodismo para gente que empieza. Habla un poco de la precariedad en este terreno, porque muchos tenían la vocación de ser periodistas y han acabado en otro lugar».
El perfil no encaja estrictamente en Carlos Rosende, porque el periodismo nunca fue su interés primordial. Le atrajo por la relación con el deporte que le apasionaba y de la mezcla salió un profesional singular. Con él se cruzó Natxo González: «Recuerdo que me entrevistó cuando yo llevaba al Dépor y hablamos mucho de fútbol. Eso es algo que hoy en día a los entrenadores nos llama la atención porque cada vez es menos frecuente. Me dio muy buenas sensaciones y todo lo que me han comentado de él desde que está en su puesto ha sido muy positivo».
Plaza en el puente de mando del conjunto de su ciudad. «De todos los que pasaron por MarcadorInt, es quien tiene el puesto de mayor responsabilidad. Ha construido una plantilla, ha elegido al entrenador y tiene un porcentaje de culpa muy alto en que ese equipo vaya bien. El resto aún tiene que pasar varias cribas desde que ven al jugador hasta que el club intenta su fichaje, no son todavía primeras espadas —razona Axel—. Carlos, sí».
«Viene de abajo en un mundo en el que no es nada fácil moverte, su mérito es aún más grande»
«Sergio [Santomé] y Willy [Valverde] vivían en Madrid; Tomàs [Martínez] y yo, en Barcelona; Rosende en A Coruña… Hablábamos a través de grupos de wasap y cadenas de mail. Las conversaciones sobre fútbol, sobre los partidos y jugadores que veíamos, eran constantes». El fundador de MarcadorInt asistió a un intercambio de opiniones que el secretario técnico del Dépor aún mantiene con gente de su nuevo entorno laboral.
«El tío es un enfermo del fútbol —diagnostica riendo José Antonio Prieto, Cata, mano derecha de Braulio Vázquez en el Osasuna—. Una persona con una capacidad enorme para detectar el talento del futbolista y saber quién se adapta mejor a lo que se necesita en cada momento. Tanto él como su grupo de trabajo han hecho una buena plantilla para que el Deportivo trate de volver al fútbol profesional».
No entiende Cata que haya nada extraño en la carrera de Carlos Rosende, ni en la responsabilidad que asumió, a punto de cumplir los 33: «En esto ya no me sorprende nada. Lo de que a alguien le falta experiencia es absurdo porque de alguna manera habrá que empezar. Lo que ha demostrado es una gran capacidad para adaptarse y empaparse de todo, porque una dirección deportiva es mucho más que fichar jugadores».
«Es un currante, muy proactivo —añade—. Y su mérito es aún más grande porque viene de abajo, desde fuera, en un mundo bastante particular, en el que no es nada fácil moverte y hay que picar mucha piedra y arriesgar».