La novena ante el Racing de Santander, la buena para Borja Jiménez

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

El técnico del Deportivo no ha vencido en sus ocho duelos con el conjunto cántabro, al que ahora se mide con ventaja en el partido de la temporada

16 feb 2022 . Actualizado a las 06:53 h.

Ocho citas cara a cara, incluyendo la del debut. Hasta la fecha, ningún final feliz. El registro de encuentros entre Borja Jiménez y el Racing de Santander favorece poco al entrenador. Desde que estrenó su profesión en El Sardinero (conduciendo al Valladolid B), el técnico abulense acumula dos empates y seis derrotas. Nunca estuvo tan cerca de ganar como hoy.

No solo por esa lógica incontestable de que cada salto temporal aproxima un triunfo, sino porque el míster dispone de su plantel mejor y acude al duelo en la situación más favorable. Líder en la tabla, guiando a un grupo ordenado en torno a una propuesta asimilada a la perfección e inasequible a los últimos reveses. «Al ser un partido del que llevamos hablando un mes, independientemente de que se jugara o no, la gente a nivel mental está preparada. El equipo es el fiel reflejo de lo que es su entrenador en cuanto a gestión de la victoria y la derrota, en trabajar para corregir las cosas que hayamos hecho mal. Somos los mismos que cuando ganábamos y a nivel mental los veo muy bien. Con ganas de jugar, porque cuando pierdes deseas jugar cuanto antes y en eso hemos tenido suerte». Fortuna que alcanza al estado de salud. Una sola baja. En el lateral.

Víctor García sigue en fase de recuperación y no estará esta noche sobre el césped de Riazor. Tampoco Unai Medina en el bando rival. Los cántabros recuperan a Cedric, ausente el pasado domingo en el choque con el Badajoz por culpa del covid. «Está preparado para ser titular», aseveraba Guillermo Fernández Romo antes de emprender viaje hacia A Coruña encabezando la expedición cántabra. El delantero está entre las principales bazas ofensivas de los visitantes en el «partido más bonito de la categoría» para el entrenador local.

Un duelo repleto de alicientes, desde la clasificación al polémico aplazamiento, al que Borja Jiménez insiste en rebajar su trascendencia: «Van a quedar muchas semanas después y lo que ocurra no puede afectarnos ni para bien ni para mal». «Esto hay que tomárselo como lo que es —recomienda—: un partido de febrero muy importante, pero la vida a las diez y cuarto va a continuar y los objetivos van a estar muy abiertos. Si no, cuando lleguemos a abril habremos perdido todos unos cuantos años».

Sostiene el técnico que, entre otras cosas, el liderato no es cosa de dos: «Hay siete u ocho equipos que vamos a pelear por todo. No creo que esto vaya a ser una guerra entre el Racing y nosotros, habrá más ahí. Lo creo sinceramente. Todos pinchamos».

«Hay que ser lineal, ir poco a poco salvando escollos. Es como en el cole: de qué sirve sacar un diez en matemáticas o un cero en inglés», razonaba el míster en sala de prensa, invitando a repetir la receta habitual: «Vamos a intentar hacer nuestro partido, llevar el peso porque es como sentimos el fútbol». En los ingredientes, como de costumbre, evitó profundizar. «Pondremos a los que creamos que de inicio nos pueden dar más cosas, sabiendo que el partido son noventa minutos y habrá jugadores igual de importantes o más que los que sean titulares», explicó al valorar posibles cambios en el once.

Elogios al adversario

La comparecencia incluyó los habituales elogios al oponente. «Nos enfrentamos a un equipo en buena dinámica, que viene de muchos partidos sin perder. Es un grande dentro de los clubes de España, con la exigencia de ascender. Manejan casi todos los registros y tienen futbolistas determinantes de tres cuartos de campo hacia adelante», valoró. En cualquier caso, «a las diez y cuarto, cuando acabe el partido, lo primero que diremos será Calahorra, porque es lo siguiente que nos viene». Antes, Borja tiene otra oportunidad de romper la racha. A la novena, va.

La afición, volcada, ha retirado ya siete mil entradas

De la importancia del encuentro da buena cuenta la respuesta popular. A 24 horas del inicio, el Deportivo había superado las siete mil entradas vendidas para una cita que los socios (casi veinte mil) podrán presenciar desde la grada simplemente presentando su carné. Eso, y un certificado de vacunación o un test negativo que permita acceder a un Riazor que vuelve a estar a su máxima capacidad.

«Tenemos mucha ilusión. Muchas ganas de jugar el partido y vivir el ambiente que se va a vivir, lo he percibido en la calle», apuntaba Borja Jiménez en la comparecencia previa al choque. «Ojalá jugáramos todos los días con ambientes como el que vamos a vivir. Hay que hacer las cosas bien, disfrutar y ganar», reclamaba el entrenador blanquiazul.

La rueda de prensa giró en torno a ese elemento esencial que es el hincha coruñés. «Vamos a estar ante un ambiente diferente —insistió el técnico—. Tengo muy buen recuerdo de la primera jornada de Liga. Noté en la gente que era un partido especial y en los partidos especiales Riazor suena mucho más que habitualmente».

«Creo que va a venir muchísima gente, que algunos van a viajar, han pedido días de trabajo... Lo que es el sentimiento del Dépor. Y lo que podemos hacer para estar a la altura es dejarnos la vida en el campo y a partir de ahí tener un pelín de suerte para que la gente duerma tranquila después», reflexionó el técnico. Puso Borja de su parte, haciendo un guiño al seguidor blanquiazul: «Debería de dejarse de trabajar a partir de las siete y media para poder acudir al campo. Creo que todo el mundo va a buscar la forma de hacer la trampa, de poder estar aquí. Porque la afición del Dépor es así, un sentimiento difícil de explicar hasta que no estás aquí». «Se podrá ganar o perder, pero el trabajo, la actitud y el morir por el escudo va a ser innegociable», prometió como compensación.