El Dépor se sostiene por las esquinas

TORRE DE MARATHÓN

Alberto Quiles, durante un entrenamiento en Abegondo
Alberto Quiles, durante un entrenamiento en Abegondo CESAR QUIAN

William y Quiles, ambos en el mejor momento anotador de sus carreras, trasladan a las bandas el centro de gravedad del ataque blanquiazul

09 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay un montón de indicios acerca del giro dramático en la temporada blanquiazul. La posición en la tabla; la exagerada distancia con el Racing de Santander; los volantazos en la propuesta, persiguiendo la solvencia perdida; la extensión del parte de bajas... O las últimas palabras de William de Camargo. «Con el paso del tiempo me estoy fijando más en los goles, en los números», reconocía el brasileño hace un par de días en una entrevista en La Voz.

«Eso a día de hoy es lo que te da credibilidad como jugador. La gente no va a mirar cuántos regates has hecho, va a mirar cuántos pases has dado, o cuántos goles has marcado», razonaba el mismo futbolista que en otra charla de principios de temporada dejaba la siguiente reflexión: «Esta profesionalización ha matado a algunos jugadores con talento que son más libres, que buscan libertad». Talento reducido a números con el peso de las jornadas, aunque al joven riopretense, aún portador de ficha sub-23, le sostengan tanto las cifras como su manera de actuar.

Cuatro goles, más que nunca desde que se instaló en España, recién alcanzada la mayoría de edad. Cada diana (tres en Liga y una en Copa) ha coincidido con un triunfo del conjunto coruñés. Desde el más reciente no ha discurrido todavía una semana. Entonces partió en la derecha, favorecido por las condiciones del nuevo socio en el carril: sin Víctor García ni Trilli, Diego Villares ejerce de lateral. Difícilmente alcanzará la línea de fondo el vilalbés. Mejor para William. Como apunta su entrenador, él «la quiere al pie y hay que darle espacio para que encare. Le cuesta aparecer por dentro, pero cuando le llevamos la pelota ahí es muy bueno».

En la esquina diestra ocupó una plaza libre por la sanción de su ocupante habitual, otra pieza imprescindible en este Deportivo que busca a través de los flancos superar los frecuentes embudos del eje central. «Con el posicionamiento que le dimos a Quiles, en esa zona interior, partiendo desde fuera, le ha permitido llegar a área muchas veces libre de marca, que es como ha hecho la mayoría de sus goles. Llegando. Para mí, su mayor virtud es que es un llegador, ataca muy bien el espacio dentro de área —valora Borja Jiménez—. Le dimos un posicionamiento que creo que él no se esperaba de inicio, pero que con el paso del tiempo le ha permitido rendir a su mejor nivel».

El andaluz también exhibe registros a la altura de su versión más eficaz. Trece goles; tantos como en toda la campaña pasada defendiendo al Recre. Y eso, actuando lejos de su puesto habitual. «Si el míster me ve en banda, pues yo lo respeto y fuera. Luego cualquier futbolista va a pensar ‘‘coño, por qué no me dará a mí la oportunidad'', pero creo que eso es normal», razonaba Alberto Quiles, preguntado por sus escasas intervenciones como delantero de referencia.

Condición que le han devuelto las lesiones de Miku, Víctor y Trilli —las dos últimas le privan de un carrilero al que abrir huecos—, con el consiguiente traslado de William, relevado en la izquierda por otro de los favoritos del entrenador: «Mario [Soriano] hace un poco lo que Quiles, aunque son jugadores diferentes. Es más un pasador y cuando aparece ahí lo que hace es generar espacio a los demás; porque la lleva pegada al pie, porque obliga que tenga que salir un defensor, porque sus orientaciones son muy buenas hacia delante y hacen que el rival tenga que mover los pies con los cambios de dirección». Virtudes que dan valor a las esquinas donde se sostiene el ataque blanquiazul.