La plantilla agota los días mientras continúa celebrando el título de la OK Liga
20 jun 2022 . Actualizado a las 22:40 h.Nueve años de espera bien valen largos días de celebración. Las fuerzas ya flaquean, pero los ánimos permanecen intactos. Desde que el viernes sonó el pitido final que les proclamó campeones de la OK Liga, la plantilla del Deportivo Liceo no ha parado.
El ambiente no cambia. Las bromas son permanentes. Son una verdadera familia. Pero también son conscientes de que los días se pasan y el momento de la despedida está más cerca. El equipo dirigido por Juan Copa visitó la cervecería Estrella Galicia para conmemorar, un día más, su octavo título de liga.
Dava Torres y César Carballeira, dos de los referentes de la plantilla y, junto a Álex Rodríguez, los tres que permanecerán la próxima temporada en la entidad verdiblanca, portaron la copa de la OK Liga y de la Supercopa, los dos títulos logrados esta temporada. «Pensé que el año pasado ganando la Copa del Rey aquí en A Coruña sería uno de los títulos más importantes que había logrado en mi vida, pero me como mis palabras. Ganar una liga con el Liceo es lo mejor que me pasó hasta día de hoy», afirma César Carballeira. Habla de corazón. Coruñés y con un sentimiento de arraigo al club envidiable. Su voz demuestra lo mucho que ha cantado y celebrado durante estos días, pero aún así, «es algo que tenemos que celebrar».
De cara a la próxima temporada, César evita hablar de responsabilidad añadida. «Sabemos que toca reinventarse otra vez, quedamos aquí tres jugadores y habrá que llevar el equipo a donde estuvimos este año. Tenemos que estar ahí, pelear por todo e intentar ganar otro título», pronostica el coruñés. Ganas no le faltan.
Las bromas del título pasaron factura sobre el pelo del preparador físico. Marc Godayol llegó esta temporada al club con la ilusión de un aficionado. Su trabajo con la plantilla quedó patente en el rendimiento de los pupilos de Copa en el play off. Godayol hizo una promesa a un amigo que les sirvió de talismán en los partidos en Cataluña. «Le prometí que si ganábamos la liga me teñía el pelo de blanco. Vino al partido de Reus, así que no me ha quedado otra cosa que hacerlo», afirma entre risas.
La pasión por el hockey de Juan Copa se unió a la que traía de serie Marc para convertirse en una pareja de locos por este deporte que disfruta con el trabajo. «El feedback fue increíble. Hemos juntado unas sinergias que te empujan aunque no quieras», recalca.
Ya trabaja en la temporada que viene. Marc se ha puesto en contacto con los nuevos fichajes para saber cómo trabajaban antes para «hacerme un planteamiento mental y ya preparar lo que va a venir. Así gano tiempo», asegura.
Las despedidas
El portero Martín Rodríguez vive días donde las lágrimas han saltado en más de una ocasión. Comparte anécdotas con Jordi Adroher. Recuerdan todos los entrenamientos que llevan encima, con el mago ensayando los disparos de falta directa, mientras el portero trataba de frenar los zarpazos del jugador catalán. Siendo un niño, durante una concentración con la selección española, Martín coincidió en Vigo con Jordi. De allí se trajo los guantes de Adroher. No se lo confesó hasta la pasada temporada. Para Martín era un sueño cumplido entrenar con él, y, ahora, que cada uno tomará su camino, lo cuentan con cierto sabor a despedida. Adroher, feliz por los ascensos del Girona en fútbol y baloncesto, reconoce que vuelve a Portugal para aprovechar los últimos años de carrera antes de volver a casa.
El canterano Nanu Castro solo siente agradecimiento por lo vivido esta temporada. Jugador del equipo de OK Plata, siempre ha entrado en los planes de Juan Copa. Ahora hace las maletas rumbo a Viana para intentar «sumar minutos», pero antes, toca seguir celebrando.