El club coruñés negocia con el Atlético, que conservaría un porcentaje del pase del futbolista, para que este pueda firmar por las dos próximas temporadas
16 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Mario Soriano tiene 20 años y «un futuro muy bonito por delante». Pocos futbolistas entraron mejor por el ojo de Borja Jiménez, que dedicó los mayores elogios al joven de Alcalá, a quien además convirtió en indiscutible. «Es posiblemente el jugador de la plantilla con más capacidad para entender el juego de tres cuartos hacia arriba: las necesidades en desmarques de apoyo y ruptura, posicionarse bien a la espalda de la línea de centrocampistas rivales... Es un chico joven que tiene que mejorar, pero la progresión es muy buena y será muy grande cuando coja un poco más de calma en la toma de decisiones», sostenía hace un par de meses el entrenador del Deportivo. Si nada se tuerce, dispondrá de tiempo de sobra para pulirlo de su mano.
Soriano saldrá otra vez del Atlético, lo hará en breve, y tiene muchas opciones de regresar a la disciplina blanquiazul; en esta ocasión, para militar en ella con el pase en propiedad y no prestado. La entidad madrileña no tiene sitio en su primer equipo para un enganche en construcción y el filial competirá en Segunda RFEF tras el ascenso de la pasada campaña. A la distancia entre categorías se suma la clara voluntad del joven, consciente de la oportunidad que supone ponerse de nuevo a las órdenes de quien le dio minutos muy por encima de otros integrantes del plantel de su misma edad y similar trayectoria.
«Me siento en deuda con todos vosotros por no haber dejado al Dépor en Segunda, pero me voy con la certeza de haber dado todo por este club y por esta camiseta», manifestó el futbolista en redes sociales a modo de despedida, apuntando ya al posible retorno: «No sé si será un adiós definitivo o un hasta pronto, pero me habéis hecho sentir como en casa». La idea es que vuelva pronto, aunque quizá no tanto como para presentarse en Abegondo este lunes. Y cuando lo haga, que sea con un contrato por dos campañas. Suficiente para quitarse la espina del ascenso no consumado, pese a ese gol que le marcó al Albacete en el cruce definitivo. El último del conjunto coruñés hasta la fecha.
Con el club en situación de no forzar en el terreno económico y el mercado restringido en cuanto a desembolsos a los potentados de Primera, el fichaje se convertiría en una apuesta doble por Soriano. La del club de procedencia y el de destino. En A Coruña se harán cargo de la ficha y la formación, en el Atleti se quedan con una parte de hipotéticos beneficios. Si el potencial del jugador cristaliza y hay manera de hacer negocio con su pase, el rédito será compartido. Operación a tres bandas en la que nadie pierde. El protagonista militará donde mejor se ha sentido, el Deportivo no afrontará pagos inasumibles y en Madrid no se desprenden del todo de una posible fuente de ingresos.
Borja Jiménez vería así parcialmente cubierta la plaza de extremo izquierdo, para donde aún habría que incorporar un especialista con tendencia a buscar línea de fondo para el centro o el desborde. La contratación del polivalente jugador —ha actuado también en banda derecha, como mediapunta e incluso en la medular— no consumiría una de las codiciadas fichas para mayores de 23 años.
Soriano, que había cerrado sus primeros seis meses en A Coruña con dos titularidades y un solo choque completo, partió de inicio en 19 citas del 2022, durante las que anotó tres goles. El bagaje es la muestra más clara de una progresión que aún tiene margen para acentuarse.