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Rubén Díez, un nombre para una idea

TORRE DE MARATHÓN

CDTenerife

El interés del Dépor en el jugador del Tenerife delata un posible cambio de dibujo

22 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Allí donde Mario Soriano ve un camino hacia el compañero, a Rubén Díez se le aparece con frecuencia una ruta hasta la red. O se le aparecía, al menos, mientras servía al Castellón. El futbolista maño hiló trece goles en dos campañas desde la plaza que enlaza la medular con el área, antes de mudarse a Tenerife para reducir su participación y productividad. En el cuadro chicharrero solo hizo un tanto —lo encajó el Oviedo, producto de un derechazo espectacular—, alejado del césped y del marco contrario por la tendencia de Ramis a acumular finalizadores en el eje central.

Futbolistas que actúan demasiado cerca del portero enemigo, interviniendo menos en la transición. Nada que ver con las virtudes del talentoso aragonés a quien ahora se le presenta el Deportivo como segunda oportunidad. Una ocasión para ser lo que fue hasta provocar que en la isla pagaran traspaso cuando solo clubes de zona noble estaban dispuestos a soltar dinero por un jugador (ese asunto sigue igual).

La operación se cerró en verano del 2021, mientras el Castellón veía concluir su aventura de un año en Segunda y retornaba a la tercera categoría, ya entonces Primera RFEF. A Rubén Díez no le faltaron pretendientes y a la puja se sumaron también desde Riazor. Pero él eligió permanecer en la división superior. Ahora no hace ascos a tomar impulso con el paso atrás, pero la decisión de hace un año le complica la faena al club coruñés.

El Tenerife pagó y quiere cobrar. El Dépor, que ha recurrido a la ingeniería financiera para consumar la adquisición de Soriano y dejar resuelta la de Retuerta, no encuentra en los canarios las facilidades que han dado el Atlético y el Real Madrid. El riesgo está en que durante el tira y afloja se sumen nuevos pretendientes y Rubén vuelva a recalar en un conjunto que no sea el blanquiazul.

Peligro inherente a las restricciones económicas que afectan a tantos equipos en el fútbol profesional y que se disparan en aquellos niveles donde no llega el maná de la televisión. El mercado se mueve este verano a un ritmo especialmente lento, así que si el futbolista de Zaragoza encuentra otro destino, en A Coruña buscarán también otro jugador.

En cualquier caso, y con la operación tan en el aire, la cuestión clave bien podría trasladarse del quién al por qué. El interés en una pieza de las características de Rubén Díez abre al cambio de dibujo la propuesta de un Borja Jiménez, que en el curso 2021-2022 manejó sobre todo un 4-3-3. Insistió varias veces el entrenador en que cuando arranca el partido los números no son más que puntos de partida y que el meollo está en los espacios a ocupar, pero cuando alteró este esquema de inicio lo hizo sobre todo para cargar el área rival. Aquellos días de transición veloz y rock and roll.

Los principales candidatos a enganche fueron apartados. Uno a un rincón del césped —Mario Soriano actuó con frecuencia desde la izquierda e incluso como extremo derecho—, otro a un asiento del banquillo —Juan Carlos Menudo—. Juergen Elitim se convirtió en referente como interior. Opciones en las que cuesta imaginar a Rubén, aunque Óscar Cano le sacara jugo en la plaza de 8 del Castellón.

El Deportivo tienta a un futbolista que funciona como enlace entre la medular y el ariete y supone además una amenaza al adversario con el tiro exterior; recurso poco explotado hasta ahora, salvo en incursiones en diagonal. Esta figura obligaría a contar con un doble pivote como respaldo, con Álex Bergantiños, Diego Villares, Isi Gómez y Roberto Olabe para cubrir la posición. Entre los beneficios: un solo fichaje pendiente para el sector, en lugar de dos. El deseado tiene nombre y está unido a una idea. Crecer desde la variedad.