El ya excapitán del primer rival del Deportivo se desvinculó del club madrileño tras varias semanas esperando el inicio de la pretemporada
17 ago 2022 . Actualizado a las 10:58 h.No hay mejor ejemplo de los sucesos recientes en la vida de Rubén Ramos que la mezcla de tiempos verbales que emplea cuando habla del Dux. Un equipo al que perteneció hasta el curso pasado y en el que tenía pensado seguir. Su idea era arrancar la campaña 2022-2023 portando el 10 de los visitantes en Riazor. Sin embargo, el domingo anunció su marcha ante las dudas que rodean el proyecto, a solo diez días de que comience la competición.
—Si usted sale del club es que no hay ya mucha esperanza.
—Es que la situación ha sido muy difícil. También a nivel personal, porque ya llevaba cuatro años y estaba muy identificado. Soy de aquí y me sentía en casa, ayudaba incluso con los fichajes. Al final ha sido una faena gorda. El club ha hecho todo lo posible, pero la federación no le está poniendo las cosas nada fáciles a los pequeños. No tenemos deudas, hemos pagado al día, y que pase esto... Yo creo que el Dux no va a competir y tengo dos hijos por los que mirar. En mi casa tiene que entrar un sueldo para ellos porque yo vivo de esto.
—¿Ha perdido trenes mientras esperaba?
—Pues tenía una propuesta de Primera RFEF hasta hace dos días, del Linares. Y también de algún club de Segunda RFEF, como el Talavera, que estuve a punto de aceptar. A todos ellos les estoy agradecidísimo, porque hasta me han estado esperando. Pero al final he tomado la decisión de seguir aquí, en casa, aunque sea bajando un par de categorías.
—¿Qué cree que hará el Dux?
—Creo que no va a salir a competir. Ayer mismo hablaba con el presidente porque necesitaba decidir. Sé que Stephen [Newman] ha estado trabajando al máximo y tratando de conseguir inversores, pero mi percepción es que si no han vendido en dos meses y medio, ahora es muy complicado arreglarlo. Esto no se puede hacer de un día para otro.
—El presidente afirma que había varios jugadores apalabrados.
—Yo he estado esperando porque tenía muchísima fe. Pensaba que era imposible que no saliésemos a competir. Aunque fuésemos a llegar a Riazor con una mala planificación por falta de entrenamientos, es cierto que había una base de jugadores que queríamos sacar esto adelante. Gente que en los últimos años habíamos hecho un trabajo enorme para llevar al Dux donde está. He mantenido contacto permanente con esos compañeros, he pasado muchas noches sin dormir por la incertidumbre... El verano se ha hecho larguísimo. Nos decían que la semana siguiente iban a arreglar las cosas, luego no pasaba y quedaba para la próxima, y así hasta llegar al 15 de agosto. No puedo esperar más, tengo que tirar de mi familia.
—El problema parece estar en los sueldos. En la diferencia entre lo que exige la federación y el salario mínimo interprofesional.
—A los clubes pequeños, como a las pequeñas empresas, no los puedes ahogar con gastos injustificados. Aquí se ha pagado siempre al día y no es normal que nos dejen sin competir mientras se rescata con 400.000 euros a clubes endeudados. Se está premiando ese comportamiento y no el de quien no debe ni un euro. Aquí se comprometen a pagar lo que pueden y lo hacen cada mes. Rubiales es el jefe de la federación y estará en su derecho, pero la normativa... Obligas a jugar en césped natural, y yo como jugador soy el primero que está encantado en jugar ahí, pero cuando ni siquiera en la Champions te lo piden... Ahora no sé si el Dux desaparecerá o no, pero de momento tiene muy complicado salir a competir. Y hay equipos en Segunda RFEF y Tercera RFEF que tendrán que renunciar a ascender, por ejemplo.
—¿Jugará el Dux en Riazor?
—Lo veo de verdad complicadísimo. En el aspecto deportivo y en el institucional. Ojalá se diera el milagro y el equipo salga a competir esta temporada, yo sería un hincha más, pero lo veo casi imposible. Quizá no en cuanto a poder completar plantilla porque cada vez hay más jugadores en paro, pero sí a nivel de pagar las cantidades que se piden.
—¿Algo que reprochar al club?
—Nada, en absoluto. Yo he pasado página, pero aquí me he sentido muy querido y muy involucrado. Qué les voy a reprochar si aquí hay gente como Stephen, que ha estado poniendo dinero de su bolsillo; o Francis, otro de los socios, que ha hecho lo mismo, o David Barragán... Para ellos ha sido complicado, aquí no hay la masa social del Badajoz o del Dépor y están trabajando con lo que hay. Lo han intentado hasta el último momento y yo incluso he hablado con jugadores jóvenes para salir a competir esta temporada y si había que descender hacerlo en el campo, pero tampoco ha habido manera.
—La Primera RFEF no parece ser lo que se prometía.
—La categoría es muy bonita, de verdad, pero aún faltan muchas cosas que arreglar. Si hay hasta un equipo como el Deportivo, que ha tenido la mala suerte de quedarse sin ascenso en un partido como el del Albacete, pero que es de dos categorías más arriba, sin duda. Es de Primera y yo he tenido la fortuna de jugar en Riazor y disfrutarlo. Con eso me voy a quedar.