En el primer tiempo del partido el Deportivo no estuvo bien y Mario Soriano no encontró su sitio. Si juega en esa posición, para que suceda algo tiene que pasar el balón por sus botas. Es un jugador con un radio de acción de cinco o diez metros, no de 40. Así lo demostró en los dos goles: en el primero, después de girarse, apenas recorrió tres o cuatro metros y golpeó bien y abajo. En el segundo, recibió de espaldas, se la llevó y definió bien en una suerte que está dominando con solvencia: el enfrentamiento con el portero. Ya lo había hecho en la final de la promoción.
En los cuatro últimos partidos de competición del Deportivo ha demostrado que puede ser un jugador definitivo. Hasta los dos encuentros del play off pasado era importante porque daba continuidad al juego, hacía participar a los compañeros, daba algún último pase, abría, filtraba,... Pero no había sino decisivo en ningún partido.
Es una alegría que siendo pequeño, pero fuerte, tenga esa pizca de velocidad. Es muy ancho de espaldas para la altura que tiene, está muy trabajado muscularmente, y tiene un tren inferior que le ayuda a marcar esa diferencia en los metros finales. Ese esprint que luce es pura potencia de tren inferior.Luego, como su zancada es pequeña, en una carrera larga junto a un rival más alto va a perder, pero en cinco o diez metros es muy difícil de frenar.
En el primer tiempo, rodeado por mediocentros y defensas, salió perdiendo, porque solo lo pueden buscar por abajo, ya que no va a ganar ningún centro por arriba. Entre líneas, si es listo, puede recibir, descargar o darse la vuelta, pero en disputa tiene las de perder. En las pugnas parte siempre en inferioridad, porque por muy fuerte que sea nunca va a pesar más de 60 kilos, y sus rivales van a ser de 80.
Él puede ganar duelos porque es listo, rápido y tiene un regate muy bueno en el que pica el balón por encima del pie del rival. Hay otros en la plantilla que lo pueden hacer bien en esa posición. Rubén Díez es un jugador hecho. Pero Soriano ha mostrado ahí prestaciones importantes de cara a gol. Eso va a marcar su titularidad. Mientras cree ocasiones, disparos y encuentre la red, será difícil moverlo de ahí.
En cualquier caso, hay que ver su rendimiento fuera de casa. Estos últimos cuatro goles que ha marcado han sido en Riazor. Hay que ver a un jugador con este físico cómo se desenvuelve de visitante, cuando el equipo no tenga tanto la posesión, o cuando sufra más en partidos de más choque. Para eso aún tiene que demostrar. Aún es pronto para decir Mario y diez más.