Diego Villares, el Deportivo de hoy y el de mañana

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Llamado a dar continuidad al rol de Álex Bergantiños dentro y fuera del campo, ha iniciado el curso mezclando con el capitán en una medular a prueba en Mérida

10 sep 2022 . Actualizado a las 19:28 h.

Álex Bergantiños abandonó A Coruña con 22 años. Conoció cada esquina de la península antes de volver al Deportivo, ya a los 26. En la temporada de su retorno, la 2011-2012, el futbolista de La Sagrada participó en 42 encuentros, 41 como titular, erigiéndose en indispensable para el ascenso a Primera del conjunto que ahora capitanea, once campañas después. El mismo en el que abrió el curso 2022-2023 mezclando en la medular con un compañero que lo tiene como referente y aspira a dar continuidad a su rol. «Veo muchas similitudes en su forma de ser, de entender el fútbol y el deporte en general. Son dos personas comprometidas que se involucran. Uno lo demostró en su momento, aceptando salir cedido por el bien del club y para crecer, y el otro lo hace ahora, renovando pese a poder optar a un salto de categoría», reflexiona Simón Lamas. El míster del Racing Vilalbés dirigió y conoce perfectamente a un Diego Villares que, a su juicio, «se siente identificado con el club y agradecido al Dépor». «Se trata de jugadores de los que apenas quedan en el fútbol actual. No creo que pudiera haber mejor relevo para Álex», sostiene el técnico.

Incondicional de su antiguo pupilo, Simón resalta que «tiene madera de líder, de capitán. Quiere seguir ahí y está contento por la oportunidad. Se ve y se nota. Puede ser perfectamente la proyección de Bergantiños, darle el relevo dentro y fuera del campo en ese aspecto, aunque futbolísticamente tengan condiciones totalmente distintas».

Aprecia unas virtudes que también reconocen otros entrenadores que han seguido de cerca la trayectoria del capitán y de su probable sucesor. Condición que cumple de largo Manuel Pablo, El canario compartió vestuario con el primero durante varias temporadas y coincidió con el segundo cuando auxiliaba a Juan Carlos Valerón al frente del Fabril. Hoy responsable del juvenil A blanquiazul, se refería así a Diego Villares al concluir una entrevista con La Voz: «Es un chaval tranquilo, ordenado y aplicado, que sabe comportarse y es respetuoso. No se le oye mucho, pero es capaz de mostrar lo que quiere en cada momento. Se podría resumir en que es un futbolista cabal». Augura, además, que «si mantiene un largo vínculo con el Dépor, lo veo en ese papel de Álex como hombre de club».

Así lo entiende Tito Ramallo, para quien ambos jugadores representan «un liderazgo tranquilo, mucho menos estridente y hacia fuera que el que puedan ostentar otros. Aunque en una plantilla es necesario que haya ejemplos de los dos estilos, no el que más grita y se hace notar es quien mejor manda. Tanto Bergantiños como Villares encajan en ese perfil de quienes pueden convertirse en estandarte de un equipo». El técnico guio al más joven en su primera etapa en A Coruña. Medio curso entre un ida y vuelta desde el Racing Vilalbés. Diego regresó a su localidad natal para acabar de formarse. Concluidos los seis meses de cesión se instaló en el Fabril como preludio al definitivo salto al primer equipo, en el que apunta a pieza básica, recién cumplidos los 26. Como ya demostró su referente, está en la edad perfecta para ascender.

«Coinciden en la posición, pero no en las funciones»

El consenso al analizar los atributos que garantizan en Diego Villares la continuidad del liderazgo del capitán, se repite al señalar las diferencias sobre el césped entre Álex Bergantiños y su probable sucesor. «La naturaleza de cada uno es distinta —resume Tito Ramallo—. Pueden coincidir en la posición y hasta en el rol, pero no en las funciones que desempeñan. Futbolísticamente son diferentes».

El técnico aprecia en el coruñés las condiciones de «un jugador con tendencia defensiva, mucho más posicional», mientras relaciona al de Vilalba con un perfil «más de distribución, de trabajo constante y mucho recorrido, capaz de llegar al área rival». Subraya que «con el mismo punto de partida, uno tendría su zona de influencia de mediocampo hacia atrás y el otro hacia delante, tienen poco que ver».

Lo ve igual Simón Lamas. «Contra el Linense, jugando juntos, les costó superar líneas de presión muy compactas. Quizá les falten recursos frente a defensas muy cerradas y con poco espacio entre jugadores», reflexiona sobre la mezcla de ambos en la medular. A partir de ahí, apunta que «Villares es un futbolista de un perfil con más recorrido y llegada, y Bergantiños un especialista defensivo». «Eso no impide que Diego sea también bueno en los duelos e intuya muy bien las situaciones de recuperación —asegura—. Lo que sucede es que puede saltar a presionar en posiciones más avanzadas y una de sus grandes cualidades es el ritmo físico y el recorrido. A partir de ahí, se adapta, porque entiende muy bien el juego y los espacios; sin ser demasiado creativo le da mucha continuidad al juego».

Sobre esa capacidad para desentrañar las interioridades de un encuentro, se extiende Manuel Pablo: «Villares es un futbolista tácticamente muy inteligente, que sabe colocarse y medir bien». Añade que «domina bastante el juego aéreo y cumple defensivamente. Aunque es cierto que para una posición fija...». «Tiene mucho recorrido y se desplaza con acierto, es capaz de ofrecer un gran desgaste físico hacia delante y hacia atrás, abarcar muchos metros con calidad —abunda acerca del vilalbés—. Se trata de un jugador de ida y vuelta. Y Álex es un ancla».