La investigación para un libro sobre los orígenes del equipo coruñés desvela que en 1912 le ganó al Vigo una Copa España para la que el club solicita validez a la Federación
20 dic 2022 . Actualizado a las 21:30 h.Una Liga (1999-2000), tres supercopas (1995, 2000 y 2002) y dos copas del Rey (1994-1995 y 2000-2001). De momento, porque esos seis títulos oficiales que adornan la vitrina del Dépor están muy cerca de crecer. El equipo milita en la tercera categoría, pero puede presumir de un exitoso pasado que arranca mucho antes de lo que se suponía hasta ayer.
La presentación del libro De la Sala Calvet al título olvidado, permitió a su autor, el periodista Rubén Ventureira, hacer público el hallazgo de un séptimo trofeo que data de 1912 y que el club ya ha exigido validar. La entidad coruñesa ha enviado un escrito a la Federación Española esgrimiendo las distintas razones que permitirían que la Copa España conquistada en Riazor frente al Vigo subiera a su palmarés. «Se ha elevado una consulta al máximo nivel y ahora deberán analizarla los historiadores del organismo», confirmaba Gabriel Barrós, director de comunicación blanquiazul.
El triunfo no se había tenido en cuenta hasta ahora porque la competición discurrió de forma paralela a otras, debido a que a principios del siglo pasado eran varias las instituciones que las organizaban. Sin embargo, como sostiene Ventureira en su publicación, «una de las dos organizaciones que dan origen a la Federación Española pone en marcha en esa época hasta cuatro campeonatos distintos, y el resto son reconocidos. En su momento, esta Copa España es aceptada incluso por la Unión Española de Clubs Foot-ball —el otro ente de relevancia—, que en 1913 decide desarrollar su torneo en A Coruña al reconocer al Deportivo como campeón de la edición anterior».
Esta cita no alcanzaría a concretarse, ya que se consumó la fusión definitiva entre entidades, dando lugar a la que hoy preside José Luis Rubiales y que reconoce como oficiales los distintos títulos obtenidos con anterioridad. Así, en 1911 hay dos campeones de Copa del Rey, el Barcelona y el Athletic, y el conjunto bilbaíno puede presumir de haber ganado, en 1904, una edición de este torneo que ni siquiera se llegó a celebrar.
Sí se disputó una final de Copa España en 1912 y se celebró en campo coruñés atendiendo a la calidad de las instalaciones de las que disponía la ciudad y al elevado número de seguidores que arrastraba el conjunto local. El rival sería el Vigo y por los de casa participarían José de Llano (portero), Francisco Macho, Ramón Portela, Manuel Álvarez, Joaquín Yarza, Virgilio Rodríguez Rincón, Manuel Barreiro «Guasón», Jorge Parra, Manuel Fernández, Antonio Catoira y Rosendo Silva. El último de la lista es, según destapa la obra de Ventureira, bisabuelo de la mujer de Richard Gere.
El encuentro, anticipando aquel del 95, tuvo que disputarse en dos tramos. El primer intento concluyó cinco minutos antes de tiempo, por falta de luz. Al día siguiente, también en Riazor, el Dépor no encajó y consiguió hacer bueno el 4-3. El Alfredo Santaelena de la época, autor del tanto definitivo, sería Virgilio Rodríguez Rincón.
Detalles de un derbi para la historia que podría desembocar en el séptimo título blanquiazul. El primero, en realidad.
Un trofeo hallado entre primos y salvado bajo la cama
«En las crónicas de la época, aparecen datos que daban al torneo un tinte oficial. Alguna hacía referencia a una federación y a un delegado federativo». Estas menciones en antiguos diarios, entre los que figura La Voz, pusieron a Rubén Ventureira sobre la pista del que podría ser el séptimo título del Deportivo. Una búsqueda detallada permitió encontrar varios torneos a cargo del mismo organismo a los que se había dado consideración de título oficial. Y a partir de ahí, quedaba contrastar la información con otros investigadores, como Luis Javier Bravo, experto en la historia de la Copa del Rey, e informar al club.
Las conclusiones captaron la atención de la entidad coruñesa, a la que aún le quedaba dar con la copa en cuestión. Ahí arrancó un proceso de descarte en familia. Lois Novo, empleado del Dépor y primo de Rubén, comparte su obsesión por el fútbol. Junto a él y a Gonzalo Giménez, también trabajador blanquiazul, trabajaron sobre una fotografía de los años 20 en busca del trofeo. En la imagen aparecían 16. Tras siete descartes, Lois dio con el bueno en el almacén.
«Cuando recogimos los que había en la plaza de Pontevedra, ya nos había llamado la atención que en ese apareciera mencionada la Federación Española de Clubes de Fútbol —detallaba sobre el hallazgo—. Pero como había mil y pico...». Por ahora son seis con carácter oficial.
El que podría suponer el séptimo se conserva gracias a Ramón de Llano. Pieza clave, como secretario, en los orígenes del club, estuvo fino cuando el bando nacional reclamó a todos los equipos entregar sus copas para convertirlas en material litúrgico. «Escondió las del Dépor bajo la cama de sus hijos», detalla Ventureira. Entre ellas, esa de 1912 que revive 110 años después.
La crónica del partido, en La Voz de Galicia de 1912
Entre el material empleado en la investigación figuran varias informaciones publicadas en La Voz de Galicia, en cuya edición del 7 de septiembre del 1912 aparece la crónica del partido entre el Vigo y el Deportivo. Fue esta:
«Empieza el match a las seis de la tarde. Juega contra viento Vigo. Saca Deportivo, que acorrala a los vigueses. Los tiene así casi todo el primer tiempo. El Deportivo bombardea continuamente meta contraria; pero no consigue goal, porque defiende muy bien el portero vigués.
A pesar de estar acorralado, team Vigo logra hacer dos incursiones en campo del equipo local. Las aprovecha de excelente modo y de combinación, centro y remate oportunos hace dos tantos (...). El segundo de ellos, sobre todo, muy bueno. Grandes aplausos a Vigo.
En ese primer tiempo, después de tirar varias veces a goal, consigue dos también el Deportivo. No desmerecieron en nada a los anteriores. Uno lo centró Álvarez y remató Virgilio. El otro, centro de Parra y remate de Barreiro. (...)
Comenzó el segundo tiempo y a los diez minutos se apunta Vigo el tercer tanto, también notable.
Empieza a caer la noche y no se aprecian las jugadas. El Deportivo hace dos tantos más. El primero lo consigue Parra. El otro, Virgilio, que aprovecha con seguridad y tino una salida del meta vigués.
Se dio por suspendido el partido casi entrada la noche, cuando faltaban cinco minutos —según parece— para agotar el tiempo.
Público, regular. No hubo broncas. Accidentes: de escasísima importancia. Actuó de árbitro Félix Paz, del Deportivo (...).
¿Quiere usted más? Hoy, nuevo partido, comenzando a las cuatro y media de la tarde. Se jugarán cinco minutos que faltaban. Quien triunfe quedará en posesión un año de Copa España».
Al día siguiente se publicó la crónica de esos cinco minutos —«La tarde espléndida atrajo al campo de Riazor a numeroso público», arranca esta—. No hubo más goles «quedando Deportivo ganador de la Copa hasta el año que viene». La primera de siete.