Su último gol en Riazor se remonta al Dépor-Barça que consumó el descenso del 2018, en un final de curso en que el delantero marcó tres en cuatro jornadas
08 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Voy a sentir muchas emociones: que llevo varios años fuera de Coruña, que no he jugado en el Dépor,... Después también está la espinita que tengo, lo sé, no me la quito de la cabeza, cada noche que duermo me acuerdo de ese año... Y espero devolverlo con trabajo, ilusión, venir aquí, ayudar en todo lo posible al club. Y eso lo único que deseo es que se convierta en ascensos y alegrías para todos, porque el Deportivo está viviendo una etapa de lo más dolorosa a nivel deportivo, y eso es algo que a todos nos duele». La herida que dejó el descenso de la temporada 2017-2018, la última que el Deportivo ha jugado en Primera, aún supura en las emociones de Lucas Pérez, que esta tarde en un Riazor abarrotado comienza el reto más difícil de su carrera: devolver al equipo de sus amores a la élite.
Como si de un Hércules moderno se tratase, la tarea resultará compleja y desafiante, pero nadie le niega la valentía a un jugador que marcó en su última jornada con el Cádiz, mientras ahora sueña con sumar los tres primeros puntos del año en un Deportivo que solo entiende de urgencias, presión y victorias. Quizá sean tan extenuantes los trabajos que se le vienen al carismático delantero como los que tenía por delante en la última campaña que había vestido la blanquiazul, cuando no se dejó ni una gota de esfuerzo por sus colores, pero le costó ejercer en el campo la condición de estrella del proyecto.
Aquel curso llegó a la recta final de curso con solo 5 goles, muy lejos de los 17 que había protagonizado en el anterior a hacer las maletas rumbo al Arsenal. Solo en las últimas jornadas, auspiciado por un Seedorf que incluso no dudó en entrenar junto a él hasta el último día en sesiones individuales de remate, impulsó esta cifra y culminó la liga con las botas humeantes después de tres goles más en las cuatro jornadas finales, incluido uno en el Dépor-Barça que consumó el descenso a Segunda. Podría haber subido al marcador otro más, pero el colegiado lo anuló por un fuera de juego muy dudoso.
En su presentación del pasado martes reconoció que la pesadilla de aquella maldita noche le acompaña desde entonces a modo de espina que le lacera, y que solo podrá retirarla con un éxito aún mayor, como sería ascender dos categorías para resituar al Dépor allí de donde nunca debió moverse. «Vengo a una situación compleja, al proyecto más difícil de mi carrera», resumió antes de volver a vestirse la blanquiazul.
Frente al Unionistas comienza un desafío para el que necesitará compinches, como ayer insistió Óscar Cano. Todas las miradas apuntan a Quiles, al que el reparto de responsabilidades en ataque ha de beneficiar, pero también a otros con pasado en la máxima categoría, como son Isi Gómez, Zalazar, Olabe (en Portugal) o Raúl Carnero, llamados a espabilar su rendimiento para que el éxito de disponer de un compañero como Lucas Pérez no se quede en una nueva oportunidad perdida de un club que se desangra. Es seguro que esta tarde al lado de Lucas formará un Riazor de gala, dispuesto a dar una nueva lección de apoyo a sus colores y decidido a llevar en volandas a su equipo en pos del ascenso. Si el martes unos 7.000 acudieron al renacer de un sentimiento único, nadie se quiere perder ahora el comienzo de este sueño. El de Lucas. El del Deportivo.
Alineaciones
Deportivo: Mackay; Trilli, Lapeña, Martínez, Raúl Carnero; Rubén Díez, Villares, Olabe o Isi Gómez; Quiles, Lucas y Soriano.
Unionistas: Salva; David Vicente, Ramiro, Mario, Rojo; Nespral, Óscar Sanz; Chapela, De la Nava, Beneit; y Losada.
Árbitro: Marta Huerta de Aza (Comité tinerfeño).
Estadio: Abanca Riazor
Horario: 19.00 horas, TVG-2 e InSports.