A lo largo de la semana he escuchado en diferentes medios, e incluso en charlas cruzadas de vestuario en el gimnasio, que jugar delante de treinta mil personas en la grada cuando las cosas no van bien puede resultar perjudicial. Opino que en campos como La Romareda o Mestalla sí lo puede ser; allí la afición exige mucho y no perdona una. Pero Riazor siempre desempeña un papel clave.
Minuto quince. Antoñito se juega un autopase, fuerza una obstrucción tirando de experiencia, el jugador del Celta no puede desaparecer, el colegiado pita falta y el defensa repliega. Riazor ruge, porque quiere representar su papel desde fuera. El colegiado percibe el enfado y tiene que decidir en un segundo: le amonesto y calmo los humos o se me echa toda esta gente encima. Pica y muestra la tarjeta amarilla. Riazor, 1 - Celta B, 0.
En una primera parte que brilló por su respeto táctico, lo más destacable fue un Lucas siempre bien orientado para ofrecer una salida a la espalda de los centrales rivales y sin regalar ningún esfuerzo; Villares haciendo de Olabe, en un principio, y ejerciendo ya de Diego Villares al final: llegando en ataque y apretando el inicio de juego del Celta; y Mario Soriano partiendo de fuera hacia dentro, encontrando espacios, girando y encarando a la última línea. Y de esa manera llegó el momento que decantó la balanza para el Dépor en el partido. Segunda amarilla y el filial se queda con diez.
En la segunda parte esto no se nos puede escapar. Sí se le escapó un control a Mario tras el buen centro de Antoñito; y cuando ya estábamos lamentando que el 10 debía haber rematado de primeras, la pelota sale rechazada por un defensa y a partir de ahí sucede lo de siempre. Borde del área, balón controlado, Lucas Pérez y gol.
Previamente, se había unido a la fiesta Max Svensson. Este chaval nos hace gritar, levantarnos del asiento y aplaudir; por tanto, genera que Riazor entre en juego un poco más cuando él está sobre el césped. Chapeau. Provocó un penalti y lo metió Alberto Quiles.
Como deportivista de cantina, falabarato, sigo manteniendo que 74 puntos serán suficientes para acabar la fase regular en la primera plaza. Y como deportivista crecido y motivado, estaré en Salamanca este sábado.
Pronta recuperación, Gudelj.