La solución está en casa

TORRE DE MARATHÓN

Serendipia Fotografos Alberto_Ma

15 may 2023 . Actualizado a las 00:00 h.

Un resultado negativo este fin de semana era de esperar, lo que no esperábamos fue lo que ocurrió.

El equipo de Óscar Cano se sobrepuso a las bajas de tres de los futbolistas más importantes de su plantilla, dando un golpe encima de la mesa que se convertiría en un 0-2 alcanzada la media hora de juego. El conjunto de Alberto Rodríguez se sobrepuso en el descanso a un resultado que les dejaba fuera de la lucha por los puestos de promoción, y remontó el partido a falta de 15 minutos para su conclusión.

Los cambios finales del Deportivo fueron lateral por lateral; y previamente a estos, el entrenador echó a Yeremay a los leones.

Poco más que analizar. Otra derrota fuera de casa que deja al Dépor con seis de quince puntos en el tramo final de temporada. Qué desilusionante.

Continúo el debate, abierto desde su llegada: ¿Debe continuar Óscar Cano al frente del equipo?. Un momento muy delicado le ha tocado vivir a la secretaría técnica actual del Deportivo de La Coruña. Por un lado, dentro del campo falta ambición por ganar los partidos, en los momentos más críticos los jugadores están perdidos y desubicados porque así lo está también el cuerpo técnico, y fuera del campo falta mucha autocrítica. Innumerables ruedas de prensa en las que el entrenador se convierte en un ninja para esquivar cualquier pregunta incómoda y responder sin admitir ningún tipo de responsabilidad.

Es un momento delicado para tomar una decisión tan drástica, como la de cesar a un técnico. Y para tomar esa decisión hay que asumir la responsabilidad y consecuencias de la misma, pero creo que el ascenso pasa porque vengan aires frescos, cargados de ilusión, esperanza y deportivismo.

Tampoco creo que haya que buscar un remedio en Argentina, Inglaterra o Madrid. Realmente pienso que la solución está en casa. Bueno, bonito, barato. Un triple B en toda regla. De salir bien, el club saldría reforzado por confiar en el trabajo de Abegondo, que para algo está; y de fracasar no sería por haber quemado todas las naves.