El Racing de Ferrol es equipo de Segunda División. El club ligado a la familia Hijos de Rivera consiguió el objetivo que el Deportivo de La Coruña se marcó a principio de temporada, el ascenso.
De las tres campañas que han compartido ambas entidades en la tercera categoría del fútbol nacional, el conjunto ferrolano le ha sacado siete puntos al equipo favorito para ganar la categoría de bronce año a año. No es cuestión de criticar nuestra situación, es cuestión de darle el valor que tiene lo que han hecho Carlos Mouriz, Cristóbal Parralo, Javier Manjarín y toda la familia de jugadores que conforman la plantilla. Chapeau.
Ahora es nuestro turno. El primer rival es un gigante dormido, porque el Castellón es uno de esos clubes que ves con potencial de primera, con una infraestructura sólida desde hace unos años y con una importante inversión detrás de todo ello. Es decir, un club con ganas de volver a segunda. No somos menos, con el ingrediente añadido de que parte de la viabilidad del club pasa por volver al fútbol profesional.
En cuanto a la última jornada del campeonato regular, Rubén de la Barrera prefirió hacer rotaciones en el estadio de Pasarón y darle la oportunidad a todos los futbolistas de demostrar en qué condiciones y estado de forma llegan a este momento de la temporada. Creo que sacó muchas notas positivas, aunque sin duda la negativa fue la que le ha tocado vivir a nuestro pichichi. Alberto Quiles se perderá el play off de ascenso. Pero esperamos poder verle el año que viene en Riazor, en Segunda División, de corto, y con nuestros colores.
Este fin se semana Riazor volverá a brillar como nos tiene acostumbrados. Estoy convencido de que sacaremos un resultado positivo y estaremos un pasito más cerca de conseguir el objetivo.
Por último, mencionar a la cantera del Deportivo. Esta sigue en estado de gracia. En esta ocasión fue el turno del Juvenil B de Miguel Figueira y el Infantil A de Kata, que se hicieron con sus respectivas ligas y trofeos.
Posdata, el Betanzos de Noé es de Tercera Federación, enhorabuena Celestino, partidazo el que vivimos el domingo en Rianxo.