Parece que cada vez que tenemos al alcance algo, estamos condenados a no conseguirlo. Pero no podemos caer en ese simple negativismo. Las cosas que suceden, generalmente, es por algo. No se puede fiar todo a la suerte. Lo que vimos en Castellón es un resumen de dos años seguidos de competición. No fue infortunio. Sí, hay mala suerte en el primer gol. Si esa jugada hubiera sucedido antes de la llegada de Rubén de la Barrera, Mackay no hubiera errado, porque entonces la orden era patadón adelante. El nuevo entrenador apostó por la salida del balón desde la portería y en eso Ian no es malo. Pero se equivocó. Y no hay más vueltas que darle.
Cuando digo que es el resumen de los dos últimos años, me refiero más bien al segundo gol y al cuarto. Llevamos dos temporadas que no ganamos un balón por alto. Que nos rematan todo. En este caso, en el segundo gol, culpo más a Jaime, que no fuera con mayor contundencia. Ahí, Mackay poco podía hacer. Salió y podían suceder tres cosas: que consiguiera despejar, que hiciera penalti o que le metieran gol. No acertó y luego ahí sí que hubo mala suerte de que Pablo Martínez y él llegaron al balón pero no consiguieron evitar el gol.
Hay un dogma en el fútbol que creo que viene muy bien para este caso: «Los delanteros ganan partidos y las defensas, campeonatos». Yo soy fiel defensor de que los equipos se construyen desde atrás. Hasta que logremos una fiabilidad en esa parcela, nos seguirá costando. Ya podemos traer a mil Lucas, que tendremos que remontar resultados.
Y llegamos al punto en el que nos vemos condenados a disputar, por cuarto año consecutivo, la Segunda División B o Primera Federación, como se llama ahora. Y creo que llegó la hora de apostar por un proyecto que tenga continuidad. Lo primero que haría sería poner al mando del club a gente que entienda de fútbol. Figuras que manejen los registros con más soltura. No me valen los consejeros profesionales que hay actualmente. Nadie duda de su deportivismo, pero en A Coruña tiene que haber gente más válida. Gente que tome decisiones más congruentes con lo que necesita el club. Y, si no se encuentran en la ciudad, pues habrá que buscarlas fuera.
Es el momento de hacer un proyecto nuevo. Pero no válido para este año y tratar de ascender. No. Yo apuesto por un proyecto liderado por la cantera. Con Rubén de la Barrera como entrenador y que pueda aprovecharse del gran trabajo que está haciendo Fran en las categorías inferiores, que no paran de cosechar triunfos. Eso es generar patrimonio para el club. Pero sería bueno también que alguien se lo explique a la gente, que yo creo que lo entendería. Es el momento del cambio. Los de siempre no van a fallar. Ahora, que no fallen, otra vez, los que mandan.