En Ponferrada volvió a echarse en falta un enganche que traslade el balón de la medular al frente de ataque y el club lo incluye entre sus objetivos en el mercado
18 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Rubén de la Barrera es dos veces pasado en el Deportivo, pero sus breves estancias en el club dejaron momentos y reflexiones que no conviene descartar. De los mensajes, aquel de finales de enero del 2021 sobre la necesidad de futbolistas que sirvieran de enlace entre la medular y el frente de ataque blanquiazul: «Es una obviedad. La pelota a la gente de arriba no se la lleva la cigüeña (...) Si un equipo me cierra por dentro, habrá que descubrir otros caminos, y a la inversa. Eso todo se construye, se entrena y se ve facilitado por la presencia de grandes jugadores». Los echaba en falta entonces y vuelven a precisarse ahora, atendiendo a lo sucedido en El Toralín.
Una cita de pretemporada no puede marcar la agenda del mercado de fichajes de ningún equipo, pero esta fue la de mayor empaque del verano y expuso lo que ya era una obviedad atendiendo a la configuración del plantel. El Dépor no hizo daño a la Ponferradina porque los recursos del doble pivote fueron insuficientes para abastecer a quienes debían finalizar. José Ángel Jurado ha acreditado en otros conjuntos un gran golpeo, especialmente útil para las conexiones en largo; las virtudes de Isi Gómez precisan de socios al alcance para emerger. La mezcla resultó insuficiente hasta el punto de forzar las constantes apariciones de Lucas Pérez más cerca del área coruñesa que de la berciana. Ahí se pierde un delantero y no se gana un armador.
«El juego tiene que ver con las posiciones y si queremos ir superando líneas y adversarios, quienes conectan con la penúltima y última del rival, marcan la diferencia. Tenemos unos cuantos futbolistas que pueden jugar en esa posición. Soriano, Lucas puede venir desde la punta, Kuki Zalazar es capaz de hacerlo...». El ramillete al que hacía referencia Imanol Idiakez en su presentación ha ido perdiendo componentes. El fundamental aún portaba el 10 y se encargaba de dar continuidad, irrumpiendo habitualmente desde un costado, a lo que se cocía en torno a la divisoria. Quien ahora viste el número lo hace para constatar su condición de estrella emergente, pero no porque sus cualidades casen con la asignación. Yeremay tiene querencia a la cal.
Es cierto que Lucas se mueve por dentro, y que hay varias pruebas de que mejora si le acompaña un ariete que ejerza de imán. Sin embargo, darse el lujo de una doble punta obliga a que las bandas surtan más balones o a que el dúo del centro del campo dispare su radio de acción. Funcionó en casa ante el Arteixo, de Tercera RFEF, y el Bragantino sub-23. También frente a un Compos vulnerable a las contras en campo neutral. No ha cuajado en O Vao ni El Toralín. De visitante, al Dépor todo le cuesta más.
La evidencia ha forzado replantear las prioridades en el mercado. Pese a aquellas cuentas de Idiakez, hay más recursos en la plantilla para hacer de 9 que para el papel de 10. No hay fichas con las que reforzar ambas plazas ni cigüeña que cargue el balón.
Contactos con Valcarce para la plaza de extremo
El Deportivo tiene que acometer todavía varios fichajes en las dos últimas semanas del mercado estival. Además de un centrocampista y de un mediapunta o un delantero, se busca extremo que refuerce el costado derecho tras la salida de Víctor Narro y la más que probable de Kuki Zalazar.
Entre los futbolistas contactados por el club coruñés está Pablo Valcarce, a quien se le ha consultado acerca de su disponibilidad para recalar en el conjunto blanquiazul, aunque todavía no se le haya trasladado ninguna oferta. El jugador, de 30 años, acabó contrato en el Burgos.