Nico González y Mattheus Oliveira: «Nuestros padres marcaron un gran camino y a ver si nosotros podemos seguir sus pasos»
TORRE DE MARATHÓN
Los hijos pequeños de Fran y Bebeto se enfrentaron en el Oporto - Farense (2-1) y a la conclusión del mismo se intercambiaron las camisetas
22 ago 2023 . Actualizado a las 16:27 h.Dos hijos y un destino: Portugal. El Estádio do Dragão fue testigo excepcional de un encuentro entre dos niños de procedencia coruñesa que no se habían visto en la vida. Uno vestía la camiseta del Farense. El otro, la del Oporto. El primero es hijo de Bebeto. El segundo, de Fran. Mattheus Oliveira (1994) y Nico González (2002) se conocieron el domingo después de que sus padres mantuvieran una gran amistad durante años.
«Nos vimos en el túnel de salida. Llegamos casi al mismo tiempo. Y creo que yo fui a saludarlo, primero, pero él ya tenía también intención de conocerme», explica el brasileño, mientras su contrincante asiente: «Sí, luego en el campo coincidimos todo el tiempo. El se encargaba de cubrirme a mí y yo a él. Luego hubo un pequeño parón en el juego, por un golpe que recibió un jugador y estuvimos un rato hablando un poco. Me comentó que su padre siempre le decía que el mío tenía mucha calidad y jugaba mucho».
Para Mattheus, Fran siempre fue un espejo en que reflejarse: «Los dos somos zurdos y técnicos. Me encantaba verlo. Cuando miraba los vídeos de mi padre, me fijaba en que el que casi siempre le centraba cuando marcaba era Fran. Le tiene mucho cariño».
En el campo se encontraron todo el tiempo y ambos se lanzan piropos sobre el fútbol de su rival: «Sin duda, es el futbolista que más calidad tiene en el medio del campo de su equipo. Es el que hacía jugar al resto. Me gustó mucho. Creo que fue el mejor del Farense en el partido», dice Nico. Mattheus le devuelve los elogios: «Nico me encanta. Tiene mucha calidad. Una gran lectura del partido. Además, es aguerrido. Tiene muchas condiciones para triunfar».
En el duelo, que concluyó con triunfo local por 2-1, el brasileño disputó los 90 minutos, mientras que el español lo hizo 67.
Tras el duelo, ambos jugadores se citaron para intercambiar sus camisetas y charlar un poco más. Fran no pudo acceder al lugar en el que se vieron. Bebeto sí. Y, de este modo, el hijo de Fran pudo conocer a uno de los grandes amigos que el de Bahía conserva en A Coruña.
«Me dijo que me veía muy grande, que desde pequeño había crecido mucho (se ríe). Y nada, que cree que estoy en un sitio muy bueno para triunfar y que me veía muy bien», explica Nico.
Solo fueron unos minutos, pero que recordarán siempre. Fue el día que dos hijos del Superdépor se enfrentaron por primera vez en un partido de fútbol. Sus camisetas se lo recordarán siempre.
«Ojalá este sea el primero de muchos partidos. Nuestros padres marcaron un gran camino y a ver si nosotros podemos seguir sus pasos», sentencia Mattheus.