Tras la lesión de Barbero en el primer cuarto de hora, el Deportivo perdió a tres de los cuatro jugadores ofensivos que comenzaron la temporada de titulares
17 sep 2023 . Actualizado a las 00:30 h.Durante la pretemporada, el deportivismo tenía clara tres cosas: a este equipo iba a costar mucho marcarle un gol, la conexión Yeremay-Lucas Pérez prometía grandes alegrías y Barbero era un oportunista que podía alcanzar la veintena de goles a poco que le acompañara la suerte. Lo primero se está confirmando, con el barrón del fallo de ayer en el gol, pero las desgracias se están cebando con el cuadro blanquiazul en lo que se refiere a la ofensiva. En menos de un mes de competición, el Dépor ha perdido a tres de los cuatro jugadores que comenzaron la competición con la etiqueta de titulares en el ataque.
El primero en caer fue Yeremay Hernández. El extremo sufrió una fractura en el peroné durante el duelo del Ángel Carro, en Lugo, en la segunda jornada. Toda una pérdida, ya que el canario, de 20 años, estaba siendo el jugador más incisivo por sus regates, sus quiebros y sus formas de desbaratar rivales por el flanco izquierdo.
El siguiente fue Lucas Pérez. El delantero coruñés se equivocó a la hora de soltar una pequeña patada a un rival del Teruel, a la media hora de partido, que fue entendida como agresión por el colegiado. La roja, además de condenar al equipo a jugar en inferioridad numérica durante una hora en el duelo de la tercera jornada, significó otros dos partidos de sanción. El primero de ellos, el de Salamanca, y el próximo, en Riazor frente al Cornellá.
Ya contra los aragoneses, el Dépor tampoco pudo contar de inicio con Barbero. «Tuvo una infección y pasó la noche vomitando. Estaba mareado cuando llegó al estadio», explicó Idiakez para justificar que solo jugase unos minutos en la segunda parte. El ariete exosasunista sí pudo salir de partida en el Reina Sofía, pero solo duró un cuarto de hora. A falta de pruebas, su lesión en la rodilla no pinta bien. Pero es que incluso su sustituto, David Mella, tampoco aguantó todo el partido y abandonó el campo en el 76 con sangre en la cara.
Avalancha de desgracias en el ataque del Dépor.