Pablo Insua y Rober Pier, canteranos del Deportivo, forman la pareja de centrales de un Sporting que pelea por el ascenso a Primera División
08 nov 2023 . Actualizado a las 20:57 h.Poco más de 80 kilómetros separan Oleiros de Arzúa. En la primera nació Rober Pier (1995), en la segunda, Pablo Insua (1993). Ambos dieron sus primeros pasos en el fútbol en la cantera del Deportivo y, casi como vidas paralelas, tuvieron que buscarse las castañas fuera de la entidad blanquiazul para seguir creciendo en el fútbol profesional. El destino quiso volver a unirlos. Esta vez en el Sporting de Gijón, donde forman pareja en la zaga. Un dúo de centrales que a muchos deportivistas les gustaría haber visto en Riazor. Pero eso nunca llegó.
Pablo Insua y Rober Pier han compartido defensa esta temporada en once de las catorce jornadas disputadas en la categoría de plata. El dúo elegido por Miguel Ángel Ramírez parece inamovible. Ocho victorias, tres empates y tres derrotas sitúan al equipo asturiano en puestos de ascenso directo, a cuatro puntos del liderato, que ocupa ahora el Leganés, dirigido por otro viejo conocido del deportivismo, Borja Jiménez. «Nos conocemos de toda la vida, desde la cantera del Deportivo. Sabemos cómo juega el uno y cómo lo hace el otro. Somos bastante similares en cuanto a características, y entendemos el juego bastante parecido. Lo importante es que el equipo mantenga un buen nivel defensivo», apunta Rober Pier sobre su compañero.
A pesar de que solo les separan dos años, los dos gallegos nunca llegaron a vestir la blanquiazul juntos. Cuando Rober Pier logró debutar en Primera División con el Deportivo, su compañero estaba poniendo rumbo al Leganés, cedido por el club coruñés.
Esta campaña, la baja por lesión de Cali Izquierdoz provocó que Miguel Ángel Ramírez prefiriese a los gallegos como pareja de centrales. «La temporada está yendo bien. Nos están saliendo las cosas. Estamos en una muy buena dinámica, así que estamos contentos», reflexiona Insua desde Mareo.
El jugador de Arzúa cumple su segunda temporada en el Sporting. Llegó el año pasado a El Molinón después de varias campañas en la SD Huesca, con el que logró un ascenso a Primera. El futbolista finaliza su contrato el próximo mes de junio, pero no le da muchas vueltas a la renovación. «Es pronto aún, queda tiempo, pero no pienso demasiado en eso. Lo que tenga que venir, ya vendrá», afirma.
Su compañero Rober Pier fichó por el Sporting después de no llegar a un acuerdo para su renovación en el Levante.
En el conjunto valenciano sufrió la despedida más amarga. El oleirense fue el causante del penalti en el último minuto de la prórroga que supuso el gol del ascenso a Primera División del Deportivo Alavés. El oleirense quedó tocado. «Es una pesadilla. No os podéis imaginar el dolor de mi corazón. De ser el mejor día de mi vida a ser el peor. Por unos segundos», reconoció entonces. Fueron días convulsos. Después llegó el desacuerdo con el club y, de nuevo, hacer las maletas. Ahora se vuelve a sentir pleno. «Estoy muy contento. Era un sitio que me apetecía mucho. Primero, porque estoy cerca de casa, y segundo, por el club, que es muy grande. Las cosas, hasta ahora, están yendo bien, y ojalá se mantengan en esa línea», asegura el zaguero.
La sangre blanquiazul brota en ambos jugadores. Mantienen esa espinita clavada de no haber triunfado en el equipo de su vida, pero el destino quiso juntarlos. Son el bloque inquebrantable del equipo asturiano, donde se han vuelto a sentir futbolistas. Ambos sueñan con llegar a Primera División de rojiblanco. Jornada a jornada están más cerca.
«Nos tuvimos que buscar el pan fuera del Dépor»
En menos de tres horas en coche, Rober Pier está en su casa. La cercanía entre Gijón y A Coruña le hace sentir cerca de los suyos. Tanto él, como Pablo Insua siguen de cerca el momento convulso que está viviendo el Deportivo. Sin embargo, ambos son optimistas a la hora de presagiar que, tarde o temprano, la entidad blanquiazul volverá al lugar que se merece. «Me da pena, porque es un club grande que está pasando por un momento malísimo en una categoría que no le corresponde. Estoy seguro de que, tarde o temprano, acabará subiendo», indica Rober Pier.
Pablo Insua, por su parte, apela a la igualdad entre los equipos. «Fuera de casa lo están pasando mal, pero es cierto que, cada vez más, en todas las categorías hay mucha igualdad», indica.
Eso sí, advierte de que todavía es pronto para hablar de fracasos o éxitos. «Están a tiempo de todo. Todavía tienen mucho margen», asegura. El primer paso para Insua pasa por ganar en Riazor. «Si se hacen fuertes en casa, que estoy seguro de que lo acabarán haciendo, y a poco que saquen algo fuera, van a estar arriba. Quizás no están en el mejor momento, pero están a tiempo de revertir la situación. Un equipo como el Deportivo seguro que acaba la temporada en los puestos altos de la clasificación», afirma Pablo.
Ambos apelan al papel de la base. «Esta temporada están empezando a jugar algunos. Es el momento de que tiren de ellos porque, al final, no hay distancia entre categorías», apunta Insua. El de Arzúa, seguidor de la base blanquiazul destaca las generaciones venideras. «La cantera va muy bien, están sacando resultados. En la cantera de Abegondo hay mucho talento, y es importante que les den oportunidades. Ojalá cada vez les den más minutos», explica.
Rober Pier, por su parte, reitera su idea de que no sacan suficiente provecho de los jugadores de la casa. «Es cierto que es difícil llegar. Varios jugadores, con nivel para participar en la primera plantilla, no han llegado a tener la oportunidad, y no se ha confiado en ellos como en otros sitios. En el Sporting tenemos once canteranos este año en el primer equipo. No es lo normal, pero en el Dépor, en la época que yo recuerdo, faltó un poco de confianza por parte de la directiva en la cantera», apunta.
Afirmación que reitera Pablo Insua. «Los dos tuvimos que irnos fuera del Dépor para tener un futuro en el fútbol. Ambos nos tuvimos que buscar el pan fuera para ser profesionales», sentencia el central de Arzúa.