El equipo coruñés ha sufrido una media de 4 ausencias en las 14 jornadas disputadas, con algunos reincidentes en las lesiones como Ximo, Muñoz y Mella
29 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Suena a excusa, pero la montaña de lesiones que el Deportivo viene padeciendo en esta temporada no es ninguna broma. Gota a gota han ido minando la moral y mallando a un equipo al que, como repite Idiakez, le ha pasado de todo. En el campo los blanquiazules lastran partido tras partido sus expectativas de ascenso, pero la enfermería guarda claves del lastimoso rendimiento ofrecido hasta ahora. En una primera plantilla de 22 jugadores, el entrenador vasco ha diseñado casi desde el primer día sus planes para cada partido con una media de cuatro bajas por partido.
Hasta el pasado lunes, cuando se conoció la enfermedad de Retu, que será baja el domingo (17.00 horas, FEF TV) en la visita al Barcelona B, doce dolencias distintas han castigado al Deportivo en los apenas tres primeros meses de competición. Las que se prolongaron durante más tiempo han sido las de Yeremay, que permaneció once semanas apartado de los terrenos de juego a causa de una fisura en el peroné derecho hasta que reapareció frente al Osasuna B, y Barbero, que se rompió el menisco a mediados de septiembre y cuyo regreso no se espera antes de finales de enero. El percance del canterano se produjo a consecuencia de un fuerte golpe de un rival, al igual que el que rompió los huesos de la nariz al fabrilista David Mella y por el que se perdió tres jornadas.
Entre los nueve sucesos musculares que han afectado a la plantilla llaman la atención aquellas que se han cebado con jugadores concretos. El caso más llamativo corresponde a Ximo, que ha encadenado lesiones en el bíceps izquierdo, el semitendinoso de esta pierna y el bíceps derecho hasta solo estar disponible para Imanol Idiakez en seis partidos. No le va muy a la zaga Pablo Muñoz, que tras lastimarse en el aductor derecho el 6 de octubre, ahora encadena otras cuatro jornadas en la enfermería.
Estas situaciones extremas en el vestuario deportivista se añaden al contratiempo muscular (en el recto de la pierna derecha) que mantiene ahora mismo a Mella en el dique seco, la que privó de alinear a Jaime contra el Nàstic y en la Copa, la contusión en el pie que evitó que Hugo Rama entrase contra el Covadonga, así como la lesión muscular en la pierna izquierda que Balenziaga sufrió en Fuenlabrada y le mantuvo tres jornadas de baja.
A estas hay que añadir otros problemas musculares que han padecido distintos jugadores a lo largo de las semanas de entrenamientos, pero que finalmente no les impidieron participar en el siguiente partido. Uno de los ejemplos más recientes fue el de Pablo Vázquez, que no se pudo entrenar hasta la sesión previa al partido de Tarazona, pero finalmente jugó, o los problemas de Paris Adot, Salva Sevilla y Valcarce para llegar al compromiso del pasado fin de semana.
El Deportivo también ha hecho frente a las bajas por sanción de Lucas Pérez y Pablo Martínez. Además, José Ángel ya cumplió ciclo de amonestaciones, y están apercibidos los dos centrales, Pablo Vázquez (que vio la cuarta amarilla contra el Osasuna B) y Martínez, así como Balenziaga.
Los datos reflejan que el Deportivo padece una plaga de ausencias como no había sufrido en las últimas temporadas. La pasada solo se registraron 18 dolencias musculares. Y no fue un caso aislado. En los cuatro cursos anteriores estas nunca se superaron las 25, a pesar del desafío que supuso la interrupción de las competiciones a causa del covid.
Los cambios en los servicios médicos cuando ha empezado la preparación elevan las dolencias
Existen varios estudios sobre epidemiología de las lesiones deportivas, en cuya elaboración ha colaborado la propia UEFA, que relacionan los cambios en los servicios médicos, con los entrenamientos ya iniciados, y un aumento significativo de lesiones. En estas publicaciones se detalla, además, que los equipos que juegan cada tres días, pueden llegar a padecer en sus plantillas entre 25 y 30 episodios musculares por temporada.
En el pasado mes de agosto, a poco más de dos semanas de la primera jornada liguera, el club blanquiazul reformó la estructura de los servicios médicos y dio salida al anterior responsable, Carlos Lariño. Su nueva cabeza médica es Alejandro Mejuto, que ya formaba parte en los últimos años del Deportivo.