Los goles de Martínez, Davo, Yeremay y el 7 sellan la tercera victoria seguida de un cuadro coruñés que jugó en inferioridad 65 minutos
12 may 2024 . Actualizado a las 19:21 h.Fue una auténtica exhibición de talento y esfuerzo. Lucas y los niños Mella y Yeremay destrozaron a un Fuenlabrada que ni con un jugador más durante 65 minutos pudo con el mejor Deportivo de la temporada. Riazor aplaudió feliz por el talento y el esfuerzo de un equipo que, con su tercera victoria consecutiva, ha tomado la velocidad de crucero para recortar la desventaja que acumuló en la primera vuelta, pero que va camino de dar la vuelta a la tortilla. Nadie se cree que este Dépor no pueda ascender directo.
El Deportivo y el Fuenlabrada se repartieron los papeles desde la pizarra. Los visitantes, con una línea de cinco defensas, dejaron toda la iniciativa a un cuadro coruñés que vio allanado su trabajo gracias al acierto. Así, las dos primeras llegadas blanquiazules acabaron en sendos goles. A los diez minutos, desatascó el partido a balón parado. Lucas sacó un córner al primer palo, justo allí a donde Pablo Martínez se había escapado de la marca de su rival para anotar el 1-0. Fue el tercer gol del cangrejo en esta temporada. No tardó en abrir brecha solo cuatro minutos después. Una pérdida del Fuenlabrada en mediocampo, unida al espléndido pase de Lucas a la espalda de la defensa, dejó a Davo solo ante Belman para que cruzase el balón lejos de su alcance.
Pero el partido se complicó con una niñería de Davo, que dejó con uno menos a su equipo. Su expulsión llegó tras una carrera con el central Alba, que poco después sería sustituido. El caso es que el deportivista pareció sufrir una falta que el árbitro no pitó y, cuando estaba en el suelo, Davo se revolvió para pisarlo de forma infantil, por lo que el colegiado decretó la expulsión del deportivista. Al colegiado se le olvidó esta rigurosidad a la hora de castigar la reiteración de faltas a que el Fuenlabrada recurrió de forma insistente para cortar los ataques del Deportivo.
Porque ni con uno menos el Dépor dejó de buscar el tercer gol y la sentencia del partido. Bien por la valentía de Idiakez y el esfuerzo de todo el equipo. El primer remate madrileño llegó en el minuto 34 con un disparo de Raúl Hernández desde fuera del área que Germán atajó sin problemas, pero los coruñeses acariciaron el gol en el último lance de la primera parte. Fue un contragolpe de manual. Villares robó prácticamente en la frontal del área blanquiazul para buscar a Lucas, que vio la carrera de Mella en pos del mano a mano con Belman, pero el meta despejó con el pie. Hubiera dejado el partido visto para sentencia.
En la segunda parte, con Pablo Martínez de lateral zurdo, el Dépor se confió a las diabluras de Mella y Yeremay, que estuvieron en todas: en ataque y hasta para despejar algún peligroso contragolpe del Fuenlabrada. Fueron justo los que se aliaron en la jugada del 3-0. ¡Vaya dúo! El de Teo se fajó en la frontal y la dio a la carrera del canario para que en el área cruzase a la red. Riazor chilló de alegría por sus ídolos.
Ni siquiera el remate al poste de Raúl Hernández a un cuarto de hora del final, o el gol de Ilies en los instantes finales sembraron preocupación alguna en este Dépor. Con el Fuenlabrada volcado, Lucas, a la contra, puso la guinda a su gran partido para anotar el cuarto en medio del delirio de la hinchada, que ya se cree que este año sí se puede.