Su zurdazo fenomenal redondea un gran día del Deportivo en Las Gaunas
10 feb 2024 . Actualizado a las 21:04 h.«He puesto la tele y había un partido, y Mendieta ha marcado un gol realmente increíble». El próximo domingo se cumplirán 25 años desde que Jota se levantó de la siesta para ver a un rubio de Bilbao limpiar de telarañas la escuadra izquierda de la portería defendida por Ruud Hesp. No es probable que David Mella tenga en mente la fecha, salvo que entre sus virtudes encaje un fanatismo extemporáneo a Los Planetas o esconda una obsesión por los partidos de cuartos de final de la Copa del Rey.
Cuando Gaizka incrustó su sensacional derechazo en Un buen día del músico granadino, el canterano del Dépor aún no estaba siquiera en proyecto. Sin embargo, su explosión ha llegado justo a tiempo para la conmemoración. Sin aguardar siquiera la jornada exacta, porque nunca se sabe cuándo le van a birlar la fiesta al conjunto blanquiazul. Por de pronto, nadie le quita ya a los de Imanol Idiakez lo bailao en Las Gaunas. Concretamente, a la SD Logroñés.
Los riojanos asistieron al partido como colaboradores necesario, obligados sus rivales a contar con un adversario al que someter. Acabaron convertidos en comparsa de una jornada con todos los ingredientes para colarse en la memoria del Deportivo, más allá de la división mínima en la que se desarrolló.
Porque incluso en Primera Federación, y a cuatro puntos todavía de la plaza que da acceso al fútbol profesional, hay síntomas esperanzadores para el club coruñés. Cuenta, aunque eso ya se sabía, con una afición formidable, que resucitó en otro campo el rumor de su pasado glorioso; este, semienterrado en el 2009, junto a los Abadía, Salenko, Sarabia o Setién. Atesora también en Lucas Pérez una prueba viva de su poder de atracción. Presumía esta semana el de Monelos de condiciones para rendir en la máxima categoría, y para liquidar las dudas añadió otros dos goles y dos asistencias a su estupendo registro anual. El 7 juega en casa porque él quiere, no porque no dé para más. Lo hace rodeado de un grupo en ebullición, y en el jolgorio de Las Gaunas hubo espacio incluso para tantos sanadores como el de Barbero y afianzadores como el de Raúl Alcaina, al poco de debutar.
Pero, por encima de todo, cupo la exhibición del mayor bien tangible de este Dépor en las malas. El mucho más de la hinchada trasladado a una cantera capaz de convertir la crisis histórica en filón patrimonial. De entre la multitud de chavales llamados a dar lustre al futuro, pocos con la extraordinaria pinta de Mella. El niño del turbo. Desbaratador de zagas acantonadas, portador de la piña, dueño de una zurda superlativa. Rubio de bote urdidor de un gol realmente increíble en lo más alto del gran día blanquiazul.