Si todo el rendimiento del Deportivo ha subido un escalón, la portería, en este caso personificada por Germán Parreño, quizá ha subido dos. En la primera vuelta no sabíamos ni cómo era, más allá de que dominaba el juego de pies y el juego aéreo. Pero estábamos todos más en la polémica de quién debía ser titular, si él o Ian. Sin embargo, en especial tras el partido contra el Nàstic, nos ha convencido de que estamos ante un portero de garantías. Y yo, orgulloso de que sea así.
Dada su edad y experiencia, en el apartado mental no ha ofrecido dudas en ningún momento, no le vi afectado por la competencia, pero sí que el sentirte titular e indiscutible te puede aportar un grado más de tranquilidad. Sin embargo, me alegro de que lo bueno y lo malo de su temporada no sirva para atacar a Mackay. Si algo ha quedado claro, es que este no tuvo culpa de la pobre primera vuelta, sino que respondía al mal rendimiento de todos.
Germán ha mejorado desde la propia necesidad, pues ha aparecido cuando tenía que hacerlo. Me ha transmitido buenas vibraciones en todas las facetas y también en aquello que más asusta, el inicio de juego con los pies, pero en el que él aporta mucha seguridad. Este es, además, un elemento importante en el juego del Dépor. En los desplazamientos en largo también demuestra que es un portero moderno y en el que confiar. Idiakez no ha tenido motivos para dudar de él, ni de ninguno de los que conforman a día de hoy el once titular.
A Germán le conozco de su etapa en el Racing de Santander, en Segunda División durante la temporada 2014-2015. Era su primera cesión desde el filial del Espanyol, que estaba en Segunda B, y vino en enero. La coincidencia general fue de que si hubiera estado en la primera vuelta, habría habido más posibilidades de salvación, porque dejó buenas sensaciones y resultados.
Si este año algo ha ganado el Deportivo, es que está sabiendo jugar ese otro fútbol que a veces requieren los partidos: se maneja bien en defensa y administra los tiempos desde la veteranía del propio Germán, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Ximo, José Ángel,... Era algo que echamos en falta en la final contra el Albacete. Todo esto hace al equipo más completo.