Este éxito me hace recordar al que vivimos hace unos años. He visto el partido desde Alemania, he seguido al equipo todo el año y tengo las emociones a flor de piel: estoy supercontenta por cómo han peleado y trabajado hasta este ascenso tan merecido. Debo felicitar al club, porque ha seguido apoyando el proyecto, pese a que el primer equipo masculino estaba en la tercera categoría.
A las futbolistas siempre nos ha dado la confianza, se podían dar las cosas bien o mal, pero la apuesta por el fútbol femenino ha sido firme. Esto es precisamente lo que ha convertido al fútbol femenino del Deportivo en un ejemplo.
Se está haciendo un gran trabajo. Desde el primer momento se ha mirado hacia arriba, con optimismo y ambición en todos los niveles, con la idea de convertir Galicia y A Coruña en lugares para atraer a muchas jugadoras que quieran jugar al más alto nivel y como si estuviesen en su casa. ¡Enhorabuena Dépor Abanca!