La piña de Riazor que endulzó el camino

TORRE DE MARATHÓN

Mosaico en Riazor antes del encuentro entre el Deportivo y la Cultural Leonesa
Mosaico en Riazor antes del encuentro entre el Deportivo y la Cultural Leonesa CESAR QUIAN

La afición volvió a marcar diferencias con afluencias de público abrumadoras en Riazor y también con desplazamientos masivos

12 may 2024 . Actualizado a las 23:06 h.

A lo largo de toda la temporada, el Deportivo consiguió reunir en su estadio a más de veinte mil espectadores en todos los encuentros de Liga, a excepción de cuatro, que además fueron consecutivos: el 11 de noviembre ante la SD Logroñés (18.557), el 26 de noviembre frente al Osasuna Promesas (16.637), el 10 de diciembre contra el Sestao (17.950) y el 4 de enero ante la Real Sociedad B (19.715). Solo ese dato sirve para demostrar que el deportivismo nunca abandona a su equipo, ni siquiera cuando estaba hundido en la tercera categoría del fútbol español.

Riazor es de Champions. Y comenzó a demostrarlo desde agosto con afluencias que ya desearían para ellos muchos de los equipos de Primera División. A pesar de que el equipo coruñés no fue capaz de pasar del empate en los duelos contra el Rayo Majadahonda, el Teruel y el Cornellà, se dieron cita en el templo herculino 20.649. 22.161 y 22.130 espectadores, respectivamente. La cifra fue a más contra el Celta Fortuna, alcanzando los 25.672, y eso que se perdió.

Los momentos más duros

El Deportivo tocó fondo tras el empate frente al Osasuna Promesas (1-1). El equipo marchaba undécimo, con apenas 19 puntos en 14 jornadas, a 7 de la zona de play off y a 9 del liderato. Pero, con todo, el estadio municipal coruñés nunca bajó de los 16.637 aficionados que hubo ante el filial rojillo.

Eran tiempos en los que incluso se puso en duda la continuidad de Imanol Idiakez al frente del banquillo blanquiazul, pero, aun así, nunca hubo una manifestación destructiva contra el equipo, a pesar de que este ofrecía un pobre rendimiento.

La ilusión se prendió con el cambio de año. Quizás ya antes, en el duelo de la Copa del Rey frente al Tenerife, que reunió a 19.715 espectadores que disfrutaron de sus niños. Abegondo prendió la mecha y Riazor se emocionó con los suyos. Así que a la vuelta de vacaciones se creó un ambiente inmejorable que llevó al plantel en volandas hacia la gloria.

La piña

A finales de enero comenzó a fraguarse una campaña que ni los publicistas más reputados serían capaces de crear de forma consciente. Todo se inició en X (antes Twitter) con el mensaje de un deportivista en la citada red social: «Chavales, no es una recomendación, es una orden. Todos una piña en el nombre». «Lucas Pérez, hazlo tú también, va, que no tenga sentido, cámbiate el nombre de Twitter», agregó.

Y dicho y hecho. El de Monelos aceptó el reto y le siguieron compañeros como Quintero y Rubén López. También celebridades como Xosé A. Touriñán e incluso la propia Inés Rey. «Si con esto ya no ascendemos, yo ya no sé...» expresó la alcaldesa de A Coruña. El efecto de la piña contagió a todos y hasta se empezó a ver a esta fruta por la grada. Incluso hubo aficionados del Dépor expulsados en Logroño disfrazados de piña. Toda una locura.

El equipo comenzó a ganar partidos, recortó distancias con la cabeza y poco a poco alcanzó el liderato. El 3 de marzo, ante el Lugo, se batió el récord de asistencia a un partido de Primera Federación (28.112) y ya no se bajó de los 26.000 en el resto de encuentros de la Liga. El club empezó a enlazar sucesivos «no hay billetes» y Riazor comenzó a vivir ambientes de ascenso desde muy pronto.

En el partido ante la Cultural y Deportiva Leonesa, Riazor, además de volver a batir el récord (29.079), se convirtió en el cuarto evento deportivo del fin de semana con una mayor afluencia de público. Un dato sensacional. En las duras y en las maduras, el deportivismo demostró que sigue siendo una afición de Champions.

Un estadio con lista de espera

La depormanía es total. Ya desde el verano, la afición se lanzó a renovar y a comprar sus abonos, a pesar de las decepciones acumuladas en los últimos años. El club se vio obligado a cerrarla el 30 de septiembre. «Grazas por rachar todos os límites», expresó el Deportivo en sus redes sociales, al anunciar que se habían alcanzado los 28.346 carnés.

A partir de ese momento, el club comenzó a solicitar que los socios que no podían acudir a cada encuentro liberasen sus asientos y poder ceder su plaza a otro deportivista. Además, la entidad abrió un formulario para que los interesados en hacerse socios pudiesen ingresar en una lista de espera que, poco a poco, fue creciendo a pasos agigantados. El 23 de abril eran 2.422 los interesados y esa cifra ya ronda hoy los 3.800. Y es que el estadio municipal de Riazor se ha quedado pequeño en tercera división.

En los últimos encuentros, el club también anunció varios sold out seguidos contra el Lugo, ante la Leonesa, frente al Arenteiro y también ante el Barcelona Atlètic. Estas últimas localidades se agotaron con 20 días de antelación, el mismo día que se pusieron a la venta.