Celso Borges: «Aún queda camino, porque el lugar del Deportivo es Primera División»

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

El costarricense no se olvida de la «mejor etapa de su carrera deportiva»

16 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Celso Borges (San José, 1988) ha aprovechado unos días libres para estar en A Coruña, su segunda casa. El costarricense anunció en marzo que dejaba la selección tras 163 internacionalidades y cinco mundiales, tres absolutos y dos de categoría menor. El jugador formó parte de la mejor etapa de la historia de Costa Rica.

—¿Cómo ha ido esta temporada?

—Bien, bastante bien, aunque fue un poco diferente para mí, ya que mi entrenador era mi padre. Al principio fue un poco raro, pero después uno se acostumbra y puede diferenciar lo personal con lo profesional.

—¿Terminaba contrato?

—No, tengo contrato hasta diciembre. En Costa Rica jugamos un torneo cada seis meses.

—¿Va a continuar jugando en el Alajuelense? ¿Cuáles son sus objetivos en el futuro?

—La idea es seguir jugando. La verdad es que estoy preparado para todo. Tengo mi máster en dirección deportiva, terminé mi cuestión de licencia también para ser entrenador. Están todos los caminos abiertos, pero de momento quiero seguir jugando. Hay Celso Borges para rato, me siento muy bien.

—¿Ha podido ver al Deportivo en esta temporada?

—Aunque era muy difícil ver los partidos por el tema de los horarios, lo seguí, porque el Deportivo es una parte muy importante de mi vida. Me alegró no sabes cuánto por la ciudad, por ver a tanta gente contenta. Para mí es extraordinario.

—Para usted, A Coruña es como su segunda casa.

—El tiempo que estuve en la ciudad ha sido un punto altísimo de mi carrera, ya no como club, que también, pero la ciudad me encantó e hice amigos para toda la vida. Por eso, estoy muy agradecido con el tiempo que viví.

—Tras su salida del Deportivo, afirmó en una entrevista que estaba seguro de que el club iba a ascender ese año. Al final fueron cuatro años para ir a Cuatro Caminos...

—Mira, no hay mayor alegría que la gente se identifique con su equipo y que pueda celebrar esta victoria que es parte de todos. No soy un oráculo, (se ríe), ya que sucedió más tarde, pero tenía claro que iba a pasar, era inevitable. Pero aún queda camino, porque el lugar del Deportivo es Primera División, no la Segunda.

—Impresionante lo de la afición.

—Vi vídeos del recibimiento del Barcelona B, las imágenes en el escenario de la zona de seguidores cuando subieron los jugadores. Espectacular. Tengo amigos que fueron al partido del ascenso y estaban fascinados por lo vivido ese día.

—¿Que balance hace de su etapa en el Dépor?

—Para mí, en la última temporada de mi primera etapa, cuando lastimosamente el equipo pierde la categoría, es el único año en el que no se cumplieron los objetivos marcados a principio de temporada. Luego tuvimos años mejores o peores de rendimiento, pero el objetivo se iba cumpliendo. Después, mi segunda etapa sí que fue más difícil, sin embargo, nunca me voy a olvidar de la etapa más bonita de mi carrera.

—Lucas Pérez pasó de Primera División a Primera Federación. También lo había hecho usted, ¿no le importó hacerlo?

—Es el sentimiento. Lucas es de Coruña y, con muchísimo éxito, pudo realizarlo y estoy muy contento por él, porque se lo merece. Pero este sentimiento es trasladable a aquellas personas que no se criaron en la ciudad. Entonces, yo con todo el gusto vine, no salió muy bien, fue un año raro, ya que el torneo era diferente por el covid y se unieron cosas muy raras y extrañas, pero igualmente lo disfruté mucho, porque me sentía muy bien acá.

—¿Le defraudó su salida del club?

—Te voy a ser sincero: me puse muy triste, pero no sentía que tenía que salir rabioso y disparando contra todos, porque al final me pudieron más los momentos bonitos en el club, que la manera en la que se dio mi salida. Nadie quiere algo así, no es lo deseable y creo que no era lo que me merecía por las formas. Pero lo acepté y todo lo que tengo que decir son cosas buenas hacia el club. Estoy muy agradecido. Más que irme defraudado, me fui triste. Me cambiaron todos los planes de vida que tenía de un año para otro, así es el fútbol también.

«Lucas Pérez tiene un talento y una habilidad superiores»

Durante su primera etapa en el club coruñés el centrocampista costarricense coincidió con Lucas Pérez, principal figura de los blanquiazules en los últimos años. El 7 de Monelos ha contribuido al ascenso de los coruñeses con 15 goles, incluido el decisivo de falta frente al Barcelona B, y 19 asistencias. Unos números brutales para la tercera competición del fútbol español.

—¿Cómo es jugar a su lado?

—Justamente coincidí con él en una superetapa suya, que es antes de que se marchara al Arsenal. Era una maravilla. Él, de por sí, tiene un talento innato y una habilidad superiores, pero creo que la dupla que hacía con Luis Alberto era de las cosas más bonitas que he podido ver en un campo de fútbol. Verlos a ellos dos jugar siendo compañeros me hacía la vida más fácil en el terreno de juego. A mí y a Pedro Mosquera nos hacían mejores. Al final es lo que pasa cuando tienes en el equipo grandes futbolistas. A veces, hasta sin querer hacen relucir tu trabajo. Nosotros también ayudamos, pero como espectador era muy bonito verlos jugar.

—Espectacular esta campaña de Lucas

—Ya en aquella temporada no sé cuántos goles y asistencias dio antes de marcharse a Inglaterra. Sus números son una barbaridad, da igual en la división en la que esté. Es una barbaridad hacer eso, la calidad es la calidad, y eso se sobrepone a cualquier cosa. Cuando fui su compañero, estaba asombrado con su nivel, me acostumbró a lo mejor.

—También coincidió con canteranos como Yeremay.

—Sí. Si no recuerdo mal, en esa temporada 2020-2021, no tuvo minutos, pero era de los que más se hablaba del Fabril, el que más destacaba de todos. No me extraña su nivel, porque en los entrenamientos ya se veía que tenía mucha calidad.

—¿Cree que el club debe seguir apostando por la cantera en Segunda División?

—Este año dio resultado, ¿no? Pues sí. Para mí en un club lo más importante de todo es el equilibrio entre la experiencia y la juventud. No se puede apartar ninguno de los dos aspectos para que la cosa funcione. En Abegondo hay mucha calidad, uno de los entrenadores es Manuel Pablo, leyenda del club, así que en eso tienen mucho que ganar todos los jóvenes.