El Deportivo en El Arcángel: conocer la receta, equivocar la elaboración

TORRE DE MARATHÓN

Yeremay asumió la responsabilidad en ataque, intentó quince regates y solo siete le salieron bien
Yeremay asumió la responsabilidad en ataque, intentó quince regates y solo siete le salieron bien FRAN PÉREZ | LOF

Al Córdoba le funcionó su anunciada presión alta ante un conjunto coruñés descompensado que entretuvo el balón en zonas de bajo riesgo para el rival

15 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Juegan dos, el rival plantea una cosa y nosotros otra». Imanol Idiakez sabía de sobra a qué iba a jugar el Córdoba. «Es un equipo ofensivo, nos va a venir a buscar», había augurado en la previa. Iván Ania no sorprendió, pero al Dépor le costó responder.

distribución del equipo

Encajar a todos en el sistema que mejor ha funcionado

Un año de pruebas en Primera Federación, con un bloque muy similar al empleado en el retorno al fútbol profesional, ayudó a consolidar el 4-2-3-1 como dibujo de partida más favorable a las condiciones del plantel. Sin embargo, la llegada de Mario Soriano, el único jugador del grupo que viene de demostrar un alto rendimiento en la categoría, ha tenido un efecto inesperado: la desestabilización.

El míster le buscó encaje empleando a Lucas Pérez de ariete y desplazando después a David Mella al lateral. Ante los discretos resultados de ambas fórmulas, ha sido el propio enganche madrileño el reubicado varios metros más atrás de su posición más frecuente. Un traslado con pinta de recurso puntual que en El Arcángel se consolidó como propuesta firme para poder abrazar la filosofía de «los buenos, al campo». Evitando elegir, en una criba de muy probables efectos secundarios, parece haberse delegado en la competición el proceso de selección natural.

De momento, no hay lesiones ni sanciones que aclaren quién de los cuatro atacantes estrella debe abandonar el once. Sí existen pruebas de las dificultades que entraña hacerlos coincidir. La última deparó la derrota más complicada de digerir en lo que va de campaña.

planteamiento del rival

Dificultades para superar una presión muy estudiada

«Han salido como esperábamos. A apretarnos arriba». El guion del encuentro, como reconoció Idiakez, había sido bien estudiado de antemano. No hubo sorpresa cuando el adversario plantó la línea a unos metros del portero blanquiazul. Tampoco puede haberla, entonces, en los registros de posesión.

Encomendados a salir al toque, entre los centrales y el portero del Deportivo asumieron el 40 % de los pases que dio el equipo durante el partido. Los visitantes tuvieron más la pelota, pero el cuero pasó el 36 % del tiempo en el tercio del campo que defendían y solo un 25 % en el que protegía el rival. Nadie intervino tantas veces como Pablo MartínezAdrián Lapeña, el zaguero de los andaluces con mayor protagonismo en la creación, es el cuarto que más tocó la bola en su equipo—. La sensación de agobio fue frecuente y también las pérdidas en las inmediaciones de Helton Leite. El futbolista que más entradas realizó fue Carracedo, el acertadísimo extremo diestro local, que venció en 15 de sus 22 duelos. Además, cuando los coruñeses lograron alcanzar el campo contrario, su efectividad en la combinación se desplomó (52 combinaciones acertadas de 91 intentos de pasar).

maneras de transitar

Alejados de las zonas clave y sin las faltas como recurso

Como auxilio en la salida, fue preciso contar con José Ángel y Soriano. El mapa de calor del 21 delata su escasa presencia en las inmediaciones de la zona de finalización (suficiente para asistir a Cristian Herrera en la última ocasión de empatar). Afianzar el doble pivote le obliga a un desgaste constante y si es cierto que logró mantener un 90 % de precisión al buscar compañeros, también lo es que la mayoría de sus intervenciones no generaron ventajas significativas. No se buscaron alternativas por dentro; Diego Villares, permaneció en el costado y Charlie Patiño, sin estrenar.

En los momentos de mayor agobio, sí que se quiso ver un desahogo en Mohamed Bouldini. Al ariete elegido para la quinta jornada se le buscó en largo hasta en siete oportunidades. Ganó su duelo en tres. El marroquí no es un delantero de fenomenales registro anotadores, pero sí atrae marcas, abriendo espacios que apenas se consiguieron explotar.

Entre otros motivos, porque el Córdoba explotó el recurso de la infracción. Sus apenas dos tarjetas a cambio de 17 faltas (hubo otra, por protestar) se explican por la altura a la que se cometieron; casi siempre en fases de presión alta, cuando el Dépor parecía empezar a salir. Los coruñeses, sin embargo, no podían asumir el riesgo del balón parado cerca del área: solo una falta en el primer tiempo, y otras cuatro hasta el final.

dependencia en ataque

Alta carga de responsabilidad para Yeremay

«Teníamos salida por izquierda y cuando la encontrábamos, transitábamos». La apreciación de Idiakez en sala de prensa es muy sencilla de refrendar. Efectivamente, su equipo se volcó en el costado que compartieron Ximo Navarro y Yeremay. Al carrilero lo mantuvo a raya Carracedo, en la que probablemente fue su peor cita en blanquiazul; al extremo no se le puede exigir más.

Novato en la categoría y partiendo de una posición de desventaja entre los grandes referentes —no le asisten la ascendencia, la experiencia, la condición de internacional, ni un contrato en el aire—, ha rendido hasta erigirse en el recurso más empleado, ganándose el derecho a intentarlo y fallar. Tuvo el 0-1 (también se lo sirvió a Lucas poco después) y consolidó su condición de regateador más frecuente de la Liga. En El Arcángel probó quince quiebros; salió malparado en más de la mitad (8 pérdidas). El contrario ya no se sorprende y somete al canario por acumulación.

secuelas del encuentro

Reavivar debates que parecían cerrados

Más allá de quedarse en cuatro puntos tras cinco jornadas, el 2-0 amenaza con resucitar asuntos que parecían cerrados. Empezando bajo palos, donde Germán Parreño cedió la plaza frente al Racing de Ferrol sin que su sustituto acabe de cuajar una actuación redonda.

Ximo se ha quedado en la izquierda de la zaga, para donde había llegado Rafa Obrador. Villares ocupa el flanco derecho y en el banquillo queda Petxarroman. En el eje de esa defensa, Pablo Martínez cometió su segundo penalti del curso, llegando tarde a barrer. Por delante, Patiño, que llegó con vitola de gran fichaje, sigue esperando a debutar. Y sobre todo, la duda de cuál de las cuatro estrellas entrará primero en la rotación.