El central se consolida como principal recurso en el inicio de jugada de un Dépor atrevido que precisa ganar al Burgos para salir de zona de descenso
21 sep 2024 . Actualizado a las 16:04 h.«¿A qué hora es el partido? ¿A las seis y media? Pues a las cinco y media lo sabréis». En año y poco, Imanol Idiakez se ha convertido en un clásico. Casi cincuenta previas evitando pronunciarse sobre si habrá novedades en el once de la próxima cita. En esta, dejó en el aire la opción de cambios tras la derrota de El Arcángel; pero, por si no los hubiera, también recalcó su idea sobre la integración a fuego lento: «Las circunstancias del mercado condicionan mucho. Los jugadores no tienen prácticamente margen de hacer una pretemporada como dios manda. Queremos colocarlos en el campo casi sin conocer a los compañeros, sin un mínimo. En determinadas posiciones necesitamos que la gente tenga seguridades». Y en estas plazas señaladas se alistaría el protagonista de otra de sus respuestas: «Me gustaría saber cuántos partidos ha visto la gente de Charlie Patiño. Ha cambiado de país, de equipo, de situación. Está empezando con el idioma. Tiene muy buenas cualidades y confiamos en que va a ser un jugador de presente y futuro del Deportivo, pero no hay prisa».
Que el ex del Arsenal salga de inicio frente al Burgos (18.30 horas, Movistar Plus) es tan improbable como una ausencia de Pablo Vázquez. El futbolista indiscutible de la campaña del ascenso vuelve a serlo en Segunda. Y de nuevo asumiendo algo más que las labores de destrucción propias de un zaguero. En el central arranca la propuesta del conjunto coruñés cuando le pertenece el cuero, como registran sus 55 pases por encuentro. El que más reparte del plantel y el quinto de esta categoría de plata en la que el Dépor ha decidido no esconderse.
«Hay que resaltar la valentía del equipo, queriendo sacar el balón desde atrás. Es nuestra seña de identidad: ir a por los partidos y ser valientes. Es como lo sienten los futbolistas y como lo siento yo. Mientras esté aquí, esa va a ser la intención», sostuvo el míster. Oportuna confirmación de creencias tras las penalizaciones recientes: «Venimos de dos partidos con dificultades en los reinicios. Ha habido momentos de acierto, en los que hemos sido capaces de superar la presión alta del rival, y otros en los que no hemos sabido leer bien. Las recuperaciones altas se convierten en una sensación de agobio. El juego del fútbol es eso; intentamos buscar superioridades desde el inicio. Entendemos que si el rival viene a apretarnos con un jugador menos y somos capaces de superar la presión alta, lo que pasa después es muy bueno. A eso jugamos».
Y así seguirá siendo frente a un Burgos «muy bien hecho, muy bien construido, con las ideas muy claras. Un rival de Segunda, rocoso, difícil, de esos que te exige trabajar el partido y ganar cada centímetro, porque ellos no regalan nada. Tiene individualidades, balón parado, un buen entrenador...». Compendio de virtudes del próximo enemigo a batir para abandonar la zona de descenso.
El anfitrión del choque en Riazor opone un grupo cargado de talento que aún debe conjugarse. «Los buenos siempre tienen sitio y el entrenador está obligado a poner a los mejores», opina Idiakez. En su lista caben, desde principios de año, Yeremay, Lucas Pérez y David Mella. En verano se les sumó Mario Soriano y su 89 % de efectividad en el envío. Un punto, apenas, por encima de Pablo Vázquez, el recurso frecuente cuando el adversario se viene arriba.
Imanol Idiakez: «Estamos en un proceso; venimos de cuatro años en Primera RFEF, de vez en cuando no está mal recordarlo»
La situación clasificatoria del Dépor no es la idónea para un conjunto que aspira, al menos, a no pasar apuros en Segunda. Sin embargo, solo han transcurrido cinco jornadas de una competición que tiene 42, como mínimo. «El año pasado tuvimos mucha calma y venían olas altas, no se podía surfear. Estamos en una categoría diferente, con una dificultad y una igualdad mucho mayor. Si ponernos nerviosos sirviera para algo, nos pondríamos muy nerviosos; pero, como no sirve para nada, estamos tranquilos», apuntaba Imanol Idiakez en la sala de prensa de Abegondo.
En su calma pesa la sensación de sentirse respaldado: «Asumo la crítica. Siento el apoyo de una afición maravillosa, la mejor de largo de la Liga. Tenemos muchas ganas de devolver el cariño».
«El objetivo es ir sumando. Cada semana, sumar de tres. Ese es el único camino —insistió el míster ante los medios—. Tenemos que ir haciéndonos fuertes en la competición. Lo demás, es perder el tiempo. Estamos en un proceso, venimos de cuatro años en Primera RFEF y de vez en cuando no está mal recordarlo».
De momento, el conjunto coruñés parece estar pagando el escaso bagaje en el fútbol profesional de varios de sus jugadores. También, la ausencia de picardía, como reseñaba el técnico: «Hacemos pocas faltas, jugamos a atacar, nos exponemos. Si vemos la alineación, hay muchos que en otros equipos serían mediapuntas. Es cierto que podríamos ser un poco más pillos, si frenásemos las contras un poco más arriba, sufriríamos menos».
En la faena de interrumpir las transiciones del adversario, hay pocos especialistas en el plantel como Mfulu. «Está mejor, tuvo una pequeña lesión que le paró un poquito, pero ha hecho casi toda la semana de entrenamientos con el grupo —comentaba el entrenador sobre el estadio físico del mediocentro—. Estamos muy contentos con Nuke y antes o después va a darnos rendimiento, seguro». Por ahora, ha vuelto a la lista, ya superadas sus molestias. No sería extraño verlo también entre el once.
Alineaciones probables
Deportivo: Helton; Ximo Navarro, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Obrador; Mfulu, Mario Soriano; Mella, Lucas Pérez, Yeremay; y Bouldini.
Burgos: Cantero, Arroyo, Aitor Córdoba, David López, Florian; Alex Sancris, Atienza, Morante, Íñigo Córdoba; Curro y Fer Niño.