Iván Barbero como síntoma y solución en el Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

Barbero presiona a Diaby en el partido contra el Elche
Barbero presiona a Diaby en el partido contra el Elche LOF

Erró ocasiones claras, pero lideró la labor defensiva de un Deportivo que solo recibió dos remates a puerta

15 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay en este Deportivo dos almas que pugnan por llevar la batuta de un equipo que quiere ser valiente, pero no puede dejar de cuidar la retaguardia; que sabe que el éxito solo le abrazará desde una exigente labor defensiva, mientras prefiere alinear una manada de jugadores de ataque. El mejor ejemplo de esta dicotomía se está personificando en Iván Barbero. Delantero de rompe y rasga, monumental incordio para la zaga contraria, como fue el pasado domingo la del Elche, preparada para dar salida de forma aseada al balón, completó uno de sus mejores partidos de los últimos tiempos al que solo le faltó la alianza con el gol... o aunque fuese con el último pase decisivo, como sucedió en Albacete, donde gestó las asistencias del gol de la remontada y del tercero, ambos obra de Yeremay.

Esta vez sin su socio, el propio delantero andaluz dispuso de dos ocasiones que ni pintadas para marcar en el Martínez Valero, ambas de cabeza en una segunda parte en la que el Deportivo se lanzó a la yugular de su adversario, pero otra vez no hizo daño. Consumó así su segundo empate sin goles consecutivo y, aunque todos los dedos señalan hacia un ataque con el punto de mira desviado, también hay que fijarse en cómo estos mismos jugadores de mediocampo hacia delante se desgastaron en tapar todos los huecos, perseguir y robar en campo rival a un Elche que venía de marcar seis goles en sus tres últimos partidos en casa, pero que frente al cuadro entrenado por Idiakez se quedó en solo dos disparos que Helton tuvo que rechazar.

La capacidad de Barbero para maridar con la inteligencia de Lucas y el vértigo de Mella provocó mil dolores de cabeza al equipo alicantino en la segunda parte y se sitúan en cabeza de los méritos del Deportivo para hacerse acreedor del punto conquistado. En los 72 minutos que jugó, hasta que fue sustituido completamente exhausto por Cristian Herrera, remató dos veces a puerta (ambas de cabeza) y en otra ocasión su chut fue bloqueado. Además, de sus botas salió el pase a Lucas en una de las ocasiones deportivistas más claras, el remate en que Dituro evitó con la cara un gol cantado. Barbero también fue el jugador que más faltas cometió en el partido (4, tantas como Villares) y, junto a Ximo, el deportivista que más duelos ganó, 6 (2 a ras de césped y 4 aéreos). El local Febas se impuso en nada menos que 11 (10 en el terreno y 1 aéreo).

El esfuerzo de este Dépor al fin tan solidario y competitivo como para sacar provecho de la labor defensiva queda patente en su evolución de las últimas jornadas. Si abrió la temporada tembloroso en área propia y dando toda clase de facilidades para que los adversarios le generasen oportunidades, frente al Málaga y el Elche nada más que permitió una docena de remates, mientras los disparos que requirieron la intervención de Helton se contaron con los dedos de una mano.

Todo esta mejoría en retaguardia comienza con Barbero, consolidado como referencia del ataque y primer defensor. Tras un inicio de campaña titubeante, en que apenas fue titular en dos de las seis primeras jornadas, el dorsal 9 ha encadenado tres titularidades consecutivas y se ha hecho un hueco entre los once blanquiazules con más minutos. Solo le falta que su progreso y este sudor se traduzcan en goles y victorias para el Deportivo.