Los puntos críticos en la gestión de Imanol Idiakez

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

La escasez de oportunidades a nuevos jugadores, la tardanza al tomar decisiones y la desconexión con el club, claves en su destitución

01 nov 2024 . Actualizado a las 10:11 h.

Doce jornadas. Eso fue lo que Imanol Idiakez estuvo al frente del Deportivo. En ellas, dirigió a un equipo que no logró sumar más de diez puntos y que dejó imágenes complicadas de asimilar, como los primeros 45 minutos frente al Levante. Estas son algunas de las razones que pesaron en la destitución del preparador vasco, que abandonó el club dejando al equipo en el tercer puesto por la cola, a pesar de disponer del tercer tope salarial de la categoría.

Falta de oportunidades

Una plantilla reforzada para la categoría y desaprovechada

La dirección deportiva reforzó y amplió una plantilla con el objetivo de ser un equipo más competitivo en la temporada del regreso al fútbol profesional. A pesar de este punto a favor, y de que la adaptación a la categoría es muy exigente, Idiakez se ancló en seguir apostando por jugadores del año pasado, desfavoreciendo la integración de fichajes que contaron con pocos minutos o que tardaron en debutar. La oportunidad de fortalecer al equipo se vio mermada.

El ejemplo más claro es el de Charlie Patiño. El centrocampista británico, cuya incorporación desató la locura y la ilusión entre el deportivismo, ocupó un plan totalmente secundario. El descendiente de gallegos no formó parte de un once titular hasta la jornada 11, contra el Levante. Antes, contra el Albacete, había disputado sus primeros minutos.

Él no fue el único al que le afectó la inamovilidad del técnico vasco. Para el lateral izquierdo, y ante la lesión de Sergio Escudero, Idiakez probó con hasta tres recursos antes de darle la titularidad a Rafa Obrador: Ximo a banda cambiada, David Mella y Diego Villares —los dos fuera de posición—. Mfulu, Herrera o Gauto son otros de los afectados.

Falta de autocrítica

Una visión tibia de la realidad

Otro de los puntos que habrían condicionado la destitución de Idiakez han sido sus discursos en rueda de prensa. Tibios, moderados, poco críticos y, en algunos casos, alejados de la realidad. Varias veces ha aludido a la profesionalidad y el buen hacer de los porteros rivales como motivo de la falta de goles blanquiazules. Sin ir más lejos, en el encuentro con el Eldense. «¿Mackay? Otro portero que ha sido el mejor del rival», aseguró el técnico. Añadió: «No quiero lamentarme ni buscar excusas. Hemos hecho un gran esfuerzo en el campo, pero no ha habido acierto. Esto es el deporte».

«Ha hecho una parada a Lucas o dos, y otra a Mella que... Han sido paradones de un portero de Primera. Por eso el Elche mantiene algunos jugadores de Primera que marcan diferencias. Pero no estoy preocupado», dijo tras el partido contra los alicantinos.

Después del encuentro frente al Santander manifestó que no tuvo la «sensación de que el rival nos pasaba por encima». El resultado volvió a ser derrota para el Dépor después de una primera mitad para olvidar.

Toma de decisiones

Una demora exagerada a la hora de realizar cambios

La presión es una constante en el trabajo diario en Segunda. Pero, ante estas situaciones, la demora de Idiakez a la hora de tomar decisiones importantes disminuyó la capacidad de reacción del equipo. Si por algo se ha caracterizado el técnico vasco durante su etapa en el Dépor es por confiar en un número reducido de jugadores y por realizar los cambios tarde e, incluso, a destiempo. De hecho, ha habido partidos que hasta veinte minutos antes del final no ha realizado las primeras rotaciones. Un aspecto que llama la atención ya que, desde que se permiten realizar cinco cambios por partido, la mayoría de técnicos aprovechan ese margen.

Sin entendimiento

Una relación rota entre el club y el técnico vasco

El comunicado de despedida de Idiakez deja entrever que su relación y la de su segundo (Mario Gibanel) con el club estaba rota. De hecho, solo tuvo palabras de agradecimiento para Juan Carlos Escotet y Michelle Clemente, así como para el expresidente Álvaro García, compañeros y trabajadores del club, dejando de lado a los que apostaron por él. La desconexión existente habría sido clave para que se abriese una brecha en la estructura de trabajo existente dentro del Deportivo.