La resistencia del Deportivo en Almería, de más a menos

Iván Antelo REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

LOF

El cuadro coruñés acusó las ocho bajas, sobre todos las de sus tres estrellas, y completó una primera parte meritoria y una segunda deficiente

17 nov 2024 . Actualizado a las 21:32 h.

A cualquier equipo se le hubieran notado las ocho bajas que sufrió el Deportivo en Almería. Y más siendo tres de ellas las de sus jugadores más determinantes. Los blanquiazules jugaron capados en Almería y se limitaron a resistir las embestidas de un rival que, por otra parte, posiblemente cuenta con el mejor once de Segunda División, aunque los resultados le hayan tardado en llegar.

El planteamiento

Gauto, Rama y Herrera por Mella, Lucas y Yeremay

Gilsanz apostó por mantener el dibujo (1-4-2-3-1) que le había dado dos victorias consecutivas, aunque sí modificó las funciones de los jugadores según sus características. Hugo Rama hizo de Lucas Pérez, también ejecutando el balón parado (asistencia en el gol de córner de Pablo Vázquez); Gauto dio amplitud por la banda izquierda y Herrera, partiendo desde la derecha, gozó de más libertad para acompañar a Barbero en el remate. El técnico betanceiro apostó por mantener a Mario Soriano junto a Diego Villares y el madrileño lució buena salida de balón en ese arranque de partido (tras el descanso no).

En la práctica, todo esto se plasmó en una meritoria primera mitad en la que consiguió empatar a disparos a puerta con su rival (cinco por bando). Los locales tuvieron más posesión (57%-43%), pero quizás el empate hubiese sido lo más justo por lo visto.

Todo lo contrario que en la segunda, en donde el centro del campo del Dépor se vio claramente superado y dejó correr a un Almería que, si no marcó más goles, fue por demérito suyo.

Los goles recibidos

Errores que se pagan caro

En la primera mitad, el Almería se fue al descanso ganando por culpa de dos errores. El primero, un córner (otro más), con una sucesión de fallos. El Dépor realiza un marcaje mixto y hubo equivocaciones tanto en la parte individual (Édgar se sacó de encima a Villares) como en la zonal (le rematan a Pablo Vázquez). Y el segundo es un balón colgado en el que el central rompe el fuera de juego y Baptistâo le gana la posición a un mal orientado Sergio Escudero.