Ximo Navarro: «Estuvimos muy metidos atrás y, tanto tiempo así, es difícil mantener el resultado»

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

Por su parte, Soriano explicó la celebración de su gol con la máscara del Joker: «Unos amigos la vieron en el coche y decidieron traerla al estadio. Me dijeron que si metía gol me la daban. No sabía lo de la amarilla»

07 dic 2024 . Actualizado a las 21:32 h.

Tanto Ximo Navarro como Mario Soriano se mostraron autocríticos con el equipo después del empate ante el Zaragoza. «Nos vamos dolidos, fastidiados. Estuvimos bien hasta el gol. Tuvimos 20 minutos buenos, el resto diría que bastante malo. Muy metidos atrás, prácticamente sin tener el balón y mucho balón largo. Eso nos hacía ganar pocas segundas jugadas. Al final, tanto tiempo así, es difícil mantener el resultado. Hemos estado cerca de llevarnos los tres puntos, pero tenemos que aprender bastante», analizó el balear.

El lateral apuntó que tiene la sensación de que, fuera de casa, el Dépor tiene mejores momentos que en Riazor: «Hay equipos que se juntan un poco atrás y sin esos espacios nos cuesta un poco. Si no somos capaces desde un principio de sacar el balón jugado... jugar en largo no es nuestro fuerte». «Prácticamente a todos los partidos vienen más de 20.000 personas. Es de agradecer el apoyo y el ánimo que nos dan. Nos falta darles más victorias aquí en casa. Confío en que, en algún momento, tendremos esa racha buena», añadió Navarro.

Por su parte, Soriano quiso mantener el positivismo: «Nos meten ese gol que nos hace perder los tres puntos. Pero como digo siempre, lo importante es puntuar y seguir». «Hemos tenido al principio del partido unos minutos buenos, lo hemos controlado. Es verdad que después ellos se echaron para adelante y nos hundieron un poco. La segunda parte fue un poco más de transiciones. Ellos tuvieron ocasiones y nosotros un par. El Dépor fuera y en casa creo que es el mismo. Lo hemos intentado. Los tres puntos estaban aquí, pero al final esa jugada... », incidió el madrileño.

Apodado el Joker, Soriano explicó el por qué de celebrar su gol con la máscara del personaje. «Recogí a unos amigos que vinieron a verme. Tenía la máscara en el coche, me la había dado el año pasado un niño. La vieron y, por la gracia, decidieron llevarla al estadio. Me dijeron que se metía gol, me la daban. Yo no sabía la amarilla... Fue un poco una anécdota», expuso, antes de añadir que, con una cartulina tan pronto, tuvo que jugar con el freno de mano puesto para no conceder la segunda.