Superará ante el Mirandés su récord de minutos en el fútbol profesional; el de goles ya lo batió frente al Castellón, en su mejor partido de la temporada
21 dic 2024 . Actualizado a las 21:04 h.A finales de los 90, cuando nacía Iván Martínez Gonzálvez y su padre (también conocido como Barbero, a cuenta de la estirpe familiar) defendía distintas porterías en equipos de Segunda B, se hizo famoso un anuncio de bebida isotónica que mostraba a niños y adultos compartiendo cancha con Michael Jordan mientras sonaba un tema de estribillo pegadizo: «I want to be like Mike». Eran muchos los que soñaban con ser como aquella estrella de la NBA.
Referente del glamur deportivo por su llamativa estética, sus apabullantes registros y su vistosa forma de jugar. Carne de idolatría, como tantos otros profesionales de perfil similar. En A Coruña, por aquel entonces, brillaban los artificios de Djalma y la voracidad de Roy Makaay. Hoy la mayoría de las camisetas de quienes sueñan con goles y regates imposibles llevan el nombre de Yeremay, David Mella o Lucas Pérez. Un trío de referentes que no pasan por alto al compañero que les ayuda a rendir mejor.
«Se merece mucho más de lo que lleva ahora, porque trabaja en el día a día para hacer lo que ha hecho hoy. Ha sido un partido de diez de Barbero. Me dio las gracias por el pase y se lo devolví diciendo: ‘te lo mereces’». Concluida la cita con el Castellón, el veloz extremo de Teo manifestó en zona mixta su devoción por el punta con quien intercambió asistencias frente al conjunto orellut. «De broma, en los entrenamientos, siempre le digo: te la paso y tú a mí no, pero esta vez me ha buscado y he podido marcar, y él también», resumía a continuación el propio Iván.
Atendía a los medios satisfecho por haber visto como su desempeño se reflejaba en el marcador. «Muchas veces, cuando el equipo empata a cero o perdemos, se mira que el delantero no ha anotado, pero me centro en el trabajo, en el día y a día, y cuando consigo hacer gol, pues... Muy contento». De momento lleva tres, más que en sus anteriores aventuras en el fútbol profesional. No hizo ninguno con el Almería y aportó dos al Alcorcón.
Al servicio de los alfareros disputó 1.125 minutos en Segunda durante el curso 2020-2021. Para superar ese registro le bastaría con salir a jugar un cuarto de hora esta noche, frente al Mirandés. Es muy probable que sea más. Porque ha sido titular en todos los choques tras la llegada de Óscar Gilsanz y porque afronta el cierre del 2025 a gran nivel. El jueves se quedó a un cabezazo del doblete (Crettaz firmó la parada de la jornada) y se hinchó a ganar duelos, centrado en retener el balón para facilitar el despliegue de los demás. En la solidaridad está su mayor virtud.
El ariete de Aguadulce vive, como la mayoría, sometido a rachas de acierto; no es el más rápido del plantel, ni tiene el regate con el que encandilan algunos compañeros, pero nadie le gana en fe. Arrima el hombro en la presión, se mete en todas las refriegas, atrae marcas y persigue cada balón como si encerrara el secreto para alcanzar, por fin a los 26, la élite del balompié. Orgullo obrero. Habrá camisetas con el 9, deportivistas que quieran ser como el.
Gilsanz confía en recuperar a todos los tocados y solo confirma la baja de Barcia
El Deportivo se entrenó ayer a lona cerrada para no dar pistas al rival. Una obsesión por el hermetismo que se ha trasladado incluso a las convocatorias, que no se facilitan con antelación a los encuentros, impidiendo así conocer el estado físico de los futbolistas tocados. Óscar Gilsanz tampoco quiso despejar dudas en sala de prensa. «A ver cómo están mañana. Es el segundo día, ni hace 48 horas desde que estábamos jugando, y los jugadores aún no están al cien por cien. Antes del partido tomaremos la decisión, veremos cómo está cada uno», apuntó el técnico betanceiro.
Las sensaciones más preocupantes las había transmitido Pablo Vázquez, quien se retiró cojeando en el minuto 85 del duelo con el Castellón, dejando a los coruñeses en inferioridad. «Se le contracturó el cuádriceps por cansancio y no fue más allá», aseguró Gilsanz. Así, el central, titular en todos los choques de esta campaña, podría mantenerse en el once ante el Mirandés, aunque tampoco se descarta un relevo por Jaime Sánchez, atendiendo a la fatiga acumulada en este último tramo de competición.
Las rotaciones en la zaga afectarán también a los carriles. Al menos, al izquierdo. Rafa Obrador apunta a suplir a Sergio Escudero, otro que acabó renqueante el jueves. Petxarroman tiene menos opciones de relevar a Ximo.
Quien participará seguro en el partido desde su inicio será Lucas Pérez. El de Monelos ya ha cumplido la sanción por acumulación de amonestaciones y el míster celebró su retorno: «Los entrenadores siempre queremos complicaciones para hacer la alineación por tener disponibles a buenos futbolistas. El regreso de Lucas es una buena noticia para todos. Tengo claro que es capital en este equipo; un futbolista muy importante».
La única baja segura es Dani Barcia: «Está empezando con trabajo en campo y a partir de ahí veremos si puede arrancar el 2025 en el grupo. No hay prisa, su lesión hay que llevarla con calma».
Alineaciones probables
Deportivo: Helton; Ximo, Jaime Sánchez, Pablo Martínez, Obrador; Villares, José Ángel; Mella, Lucas, Yeremay; Barbero
Mirandés: Raúl Fernández; Rincón, Gutiérrez, Egiluz, Tomeo, Alonso; Reina, Gorrotxategi, Lachuer; Roca, Izeta