La salida del lanzador habitual a balón parado otorga galones a José Ángel y Yeremay en una suerte clave para el Dépor, sin frutos en el inicio del año
27 ene 2025 . Actualizado a las 22:41 h.De momento, la inquietud de Óscar Gilsanz tiene poco que ver con el durante y mucho más con el después. «Me preocuparon las transiciones una vez que el balón parado se ejecutó, no en la ejecución», razonaba ayer el técnico betanceiro, cuestionado por la posible pérdida de calidad en el inicio de las acciones de estrategia, una vez que se ha ido el lanzador habitual. Apuntaba el míster en su respuesta a esas rápidas contras del Levante, saldadas con un despeje de Ximo Navarro casi bajo palos, un uno contra uno frente a Morales que resolvió también el lateral, y otra veloz transición por el carril contrario que logró abortar a marchas forzadas el conjunto blanquiazul. Desenlaces no deseados en saques de esquina a favor.
El Deportivo sigue siendo el equipo de Segunda que más acude al córner (5,7 veces por partido) y en esta y otras acciones con el juego detenido había obtenido buenos réditos desde el cambio de entrenador. En los ocho partidos que dirigió el nuevo míster en el 2024, su equipo obtuvo seis dianas fruto de la estrategia, o de la puntería de un Lucas Pérez que produjo un gol espectacular y sin intermediarios en un libre directo contra el Cádiz.
El de Monelos solo permaneció media hora en el campo en las dos primeras jornadas del 2025 y antes de la tercera, abandonó el club. La cita con el Levante tenía el morbo de un primer duelo sin el 7 y dejó alguna lección.
La obvia: hay nuevos encargados de golpear el balón parado. Por lo visto el sábado: José Ángel Jurado y Yeremay. Los que parten a la izquierda del ataque, el canario; por la derecha, el andaluz. Pelota que se cierra sobre portería, por lo tanto, aunque no ocurra exactamente así cuando ejecuta el de El Polvorín.
El portador del 10 inició en corto las tres veces que acudió a sacar: la primera concluyó en disparo bloqueado de Soriano en la frontal; otra, en centro lejano y cabezazo desviado de Pablo Martínez, y la tercera originó una de esas contras que tanto preocuparon a Gilsanz.
José Ángel buscó el envío directo en un par de ocasiones. El del minuto 5, le llegó a Ximo a media altura en el primer palo y el carrilero apenas pudo tocar la bola de espuela antes de que la despejara un rival. El del 52 cayó sobre los puños de Andrés Fernández, a quien nadie estorbó al despejar. Escarmentado, en el 54 el mediocentro optó por probar iniciando en corto: combinó con Yeremay para que este buscara nuevamente a Mario Soriano en las inmediaciones del área. El tiro del mediapunta volvió a ser repelido por Oriol Rey.
Antes de abandonar el campo, el dueño del 20 aún gozó de una falta lateral en zona propicia y Dela se adelantó a los rematadores en el punto de penalti para aclarar la situación.
«Si se pierden habilidades, hay que buscarlas en otros futbolistas. José Ángel ejecutó el balón parado en todos los equipos en los que ha estado. Lo trabajaremos, porque es algo que he hecho durante toda mi carrera y con Lucas solo llevaba dos meses», señaló ayer su entrenador. Cuando lo reemplazó por Diego Villares, Soriano y David Mella asumieron la responsabilidad.
El madrileño probó en corto (pérdida de Yeremay, transformada en contra peligrosa) y en largo: despeje en el área pequeña de Carlos Espí. Mismo rival (en idéntico lugar) que abortó, en el 88, la última oportunidad. Lanzó el extremo de Teo; el cuarto en probar. De momento, Lucas aún no tiene sucesor.