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Jaime Sánchez, el resiliente ejemplar

TORRE DE MARATHÓN

Jaime Sánchez, durante el Deportivo - Mirandés disputado en Riazor
Jaime Sánchez, durante el Deportivo - Mirandés disputado en Riazor César Quian

El único jugador del Dépor que aún no ha sido titular despierta admiración y cariño en el plantel por su abnegado trabajo y su disposición incondicional

11 abr 2025 . Actualizado a las 07:26 h.

El fútbol es un deporte restrictivo: la criba constante, antes y durante cada encuentro, acaba generando importantes desequilibrios entre quienes comparten posición. Si uno lo ha jugado todo esta temporada, otro habrá tenido a cambio una presencia testimonial. Jaime Sánchez aún no ha pasado por sala de prensa, donde Pablo Vázquez ha alcanzado ya la categoría de orador consumado, a fuerza de intervenir. En su última comparecencia, el único integrante del Deportivo que no se ha perdido un minuto de competición se acordó del único que todavía no ha sido titular.

Lo hizo verbalizando sensaciones compartidas por todo el vestuario; las del cariño y la admiración. «Pienso mucho en él, directamente. Lo que está haciendo tiene mucho más valor, pero muchísimo más, que lo que estoy haciendo yo. Este mundo del fútbol, a veces es desagradecido; Jaime trabaja cada día para poder tener su momento, y por desgracia no le está llegando. Le doy gran importancia a lo que hace; a lo que hacen también Hugo [Rama] o Cristian [Herrera]. Viven esa otra cara de la profesión, la que no ve la gente, con la misma dedicación de quienes jugamos. Cada vez que salgo al campo, Jaime me da un abrazo sentido, y esa es una cualidad que él tiene y que le engrandece. Ojalá pronto llegue su oportunidad».

La última ocasión de pisar el césped le llegó al gaditano frente al equipo en el que se formó. Ábalos Barrera dio cuatro minutos de descuento y el zaguero saltó al campo cuando ya se habían consumido tres. El tiempo justo para festejar de corto la última victoria en Riazor. Otra más en su cuenta: suma siete esta campaña; tres empates y una única derrota, precisamente, frente al Mirandés.

Condición de talismán que comparte con la de indispensable en el trabajo de Abegondo. Integrante destacado del grupo de suplentes habituales a quienes tantas veces elogió Imanol Idiakez y ahora Óscar Gilsanz. Ninguno de los dos técnicos le dio hasta ahora la ocasión de formar de inicio. El récord de participación de Jaime está en los tres cuartos de hora de Cartagonova, reemplazando a Ximo Navarro tras el descanso. Tuvo quince minutos en el otro 5-1 de este curso, frente al Castellón, y el resto de sus intervenciones han sido de carácter casi testimonial.

Situación difícil de digerir para cualquier profesional veterano (acaba de cumplir los 30), que además agota los últimos meses de un contrato renovado tras el ascenso para cumplir su cuarta temporada en el club.

Él se ha convertido en ejemplo de resiliencia, curtido por aquellos años en que encadenó lesiones y meses en blanco cuando apuntaba a figura nacional. «De repente, todo el mundo habla de ti, estás en la cantera del Madrid y vas a la selección, a la sub-21. No me atrae la fama, ni mucho menos, pero te gusta escuchar que eres bueno y vas a llegar lejos. Entonces, te pasa algo como lo mío y la gente deja de hablar de ti. Desapareces —lamentaba en una entrevista en La Voz—. Sientes que ya no eres tan importante en el equipo ni en el club y ahí es donde tienes que estar preparado. El pasado ya da igual y no se acuerda nadie». Pablo Vázquez, sí. Piensa en él y lo abraza cada vez que sale a jugar.