El central juvenil, titular indiscutible del Fabril, cerró con nota su participación con la sub-19 y despierta el interés del fútbol europeo: «Aún hoy, tras renovar, nos llaman de otros equipos», dice su padre Toni
17 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Toni Barcia se paseaba por Luxemburgo horas antes de que su hijo Dani (Cambre, 2003) disputara ayer su tercer y último partido con la selección española sub-19. Es un hombre orgulloso de sus hijos y por eso presume además de su otro ojito derecho, Lucía, que también trata de hacerse hueco entre la élite nacional desde el Club Natación Coruña. La pequeña, mucho más alejada del foco mediático, es un año y medio menor que el jugador del Dépor, pero ya sabe lo que es competir en campeonatos de España en categorías inferiores. «Los dos se esfuerzan mucho para lograr sus objetivos. Dani también hizo natación, pero tuvo que dejarlo por el fútbol», explica Toni.
hijo de futbolista
Su padre jugó en el Bergantiños de Julio Díaz
Toni, el padre orgulloso, es un cabanés instalado en la Cuesta de la Tapia (O Temple, Cambre) desde antes que naciera Daniel. Fue futbolista. Disfrutó en sus tiempos mozos en equipos de la Liga de la Costa como el Cabana y el Ponteceso, pero también llegó a pasar por el Bergantiños de Julio Díaz de finales de los ochenta, que logró el hito de jugar dos cursos en Segunda B. Ahora, revive en la piel de su hijo las alegrías del balón. «Es un chaval muy trabajador. No está bien que yo lo diga... Las cosas le están saliendo bien y es porque se esfuerza mucho», explica
de bebé a niño
Socio del Dépor desde que nació, se fue llorando el primer día de prebenjamín
A Barcia lo hicieron socio nada más nacer: «Mi tío político le regaló el carné. Dani es deportivista hasta la médula», explica su padre. «Es muy tímido. Recuerdo que el primer año de prebenjamines [6 años] lo llevé a entrenarse con el Once Caballeros. El primer día tuve que dar la vuelta al llegar al campo, No quería ir, no conocía a nadie...», recuerda el padre. «Eso fue en septiembre. En diciembre ya fue él quien me pidió ir a jugar con el San Pedro porque allí iban compañeros suyos del colegio. Fuimos, aunque me advirtieron que solo podría entrenarse, que tenían las fichas ocupadas. Al acabar la primera sesión, ya me dijeron que le harían la licencia», rememora sonriente.
Su fichaje por el dépor
En benjamines, tras marcar 119 goles con el San Pedro
«Daniel jugaba en el centro del campo. Jugó esos meses y luego al año siguiente repitió en el San Pedro. Marcó 119 goles o así, creo recordar. Cogía el balón, plin, plan, plin... Y lo metía para dentro», explica Toni. «Y ahí ya lo fichó el Dépor para jugar en benjamines desde los ocho años. Solo quedan cuatro chicos de aquel primer equipo benjamín [Jairo, los porteros Hugo Ríos y Brais Suárez y él], porque Noel vino a unos torneos meses después y a Trilli lo ficharon en alevines», añade. «Y muy bien desde entonces. Estuvo muchos años con Juan Villamisar y con David Lagar, que ahora es segundo entrenador de Óscar Gilsanz en el Fabril», recuerda. Precisamente, el técnico betanceiro es otro de los hombres clave en su progresión. El pasado año creció muchísimo con él en el Juvenil A (lo jugó todo salvo 20 minutos, que descansó para no ver una amarilla que le impidiera debutar en la Copa de Campeones) y ahora en el Fabril (pleno de minutos, a pesar de ser todavía juvenil).
su carácter
Líder en el verde, tímido fuera
«Él es muy tímido. Le tienes que entrar tú para que él coja confianza y ya te hable y se desenvuelva normal. Pero, de primeras, le cuesta un poco», destaca el padre. Todo lo contrario que en el campo, en donde en los partidos de la UEFA Youth League mandaba y corregía a sus compañeros con dotes de líder.
¿Tentado a irse?
Se lo quisieron llevar siendo alevín y vuelven las ofertas
De la excelsa generación del 2003, los grandes del fútbol europeo ya se llevaron de Abegondo a Álvaro Carreras (Real Madrid, ahora Manchester United) y a Hugo Novoa (Leipzig). «En alevines también Dani tuvo la opción, pero decidimos que no. Era muy joven. Y después también Antes de renovar [en julio] había dos equipos muy interesados en llevárselo. Y después de firmar con el Dépor también, pero dijimos que hablasen con el club, que nosotros habíamos aceptado quedarnos aquí ya», reconoce. Incluso ahora, con el bum de la Youth League y de la selección, vuelven a la carga a por él. «Algo hay, pero tienen que hablar con el Deportivo. Aquí está contento», apostilla.