David Vilán, jugador del Fabril y ex del Celta: «Un día eres rival y al siguiente compañero, eso es lo bonito del fútbol»
CANTERA

«A veces charlo con Brais y con Jairo para recordar aquellos derbis», dice
27 ene 2024 . Actualizado a las 16:10 h.Cuando el primer equipo del Dépor salte a jugar este domingo (21.00, TVG 2) en Balaídos, enfrente tendrá a un buen grupo de jugadores del Celta Fortuna que fueron compañeros y son amigos de David Vilán (Soutomaior, 2003). El fabrilista jugará antes, (12.00, YouTube RC Deportivo), contra el Marino de Luanco, en Abegondo.
—Empezó a jugar en el Casa Paco.
—Desde pequeñito, con tres o cuatro años, comencé allí. Era un equipo de fútbol sala que está en Redondela, al lado de mi pueblo (Soutomaior). Como me gustaba mucho la pelota, mi padre me llevó a jugar allí. Aún sigo hablando con gente de aquella época. Con el entrenador, por ejemplo, estuve el otro día.
—Y despuntó en el Santa Mariña.
—En prebenjamines me fui allí a jugar fútbol 8, hasta alevines. Teníamos un gran equipo. Jugábamos contra el Celta, les disputábamos los partidos y a veces les ganábamos. Había una buena generación y a algunos de nosotros los fichó el propio Celta. Estábamos: Brais Penela (actualmente en el Ourense CF), Lucas Chans (Cultural Areas), yo... También llegué a jugar en el Santa Marina con Gabri Veiga, aunque es un año mayor, poruqe cuando me subían con los de arriba coincidía con él.
—En esas edad, ¿el Dépor nunca se llegó a interesar en usted?
—Sinceramente, no lo sé. Así como ahora soy consciente de todo lo que se mueve, por aquel entonces yo era pequeño y solo me centraba en jugar. El Celta era el club de élite más próximo a donde vivía y era lo que más conocía.
—De su generación hay muchos que jugarán este domingo con el Celta Fortuna contra el Dépor.
—La del 2003 fue una gran generación del Celta. Hay muchos en el filial y luego hay varios también en el primer equipo como Sotelo, Miguel, Hugo Álvarez...
—Le puede pasar buenos informes a Imanol Idiakez sobre Tincho, Damián, Hugo y compañía.
—Sí, sí... Pero yo creo que ya los conocerá de sobra [sonríe].
—Sin embargo, los del 2003 del Dépor fueron los que ganaron la Copa de Campeones juvenil.
—Es que el Dépor también tenía muy buena generación. En la que ganó el Campeonato de España estaban Noel, Trilli, Barcia, Jairo, Brais Suárez, Nájera... Es que eran muy buenos también.
—Algunos de esos, han pasado de ser rivales a compañeros.
—Eran bonitos esos partidos. A veces hablo con Brais Suárez y con Jairo y recordamos aquellos derbis. Eso es lo bonito del fútbol. Un día eres rival y, al siguiente, compañero.
—¿Cómo fue su fichaje por el Deportivo?
—Yo venía de un año en el Atlético de Madrid en el que entraba y salía del equipo y además jugaba de carrilero. Mi padre me ayudó mucho para llevarlo con tranquilidad. En el filial, en principio me dijeron que me querían, pero cuando empieza la temporada 2022-2023 veo que el entrenador no contaba conmigo. Me busco la vida y en diciembre pido salir cedido y me sale lo del Fuenlabrada. Fui allí y muy contento. Ayudé a conseguir el objetivo de la salvación, teniendo minutos, y pudiendo disfrutar mucho más. Al volver, este último verano pasó lo mismo que el anterior. Había dudas de si me quedaba o salía y las últimas semanas se decidió que me fuera. Yo estaba con la intención de volver a casa, para estar cerca de los míos, y conseguí esta opción, con la que estoy feliz. El Dépor contactó con mi representante y, desde que me llegó la oferta, la vi con muy buenos ojos. Poder disfrutar cerca de mi familia era lo más importante para mí. El club me transmitió mucha confianza.
—¿Sus amigos del Celta se metieron mucho con usted?
—Algunos sí [se ríe]. Pero saben que esto del fútbol es así. Cada uno busca su futuro. Y, sinceramente, lo que he visto aquí en el Dépor lo hay en muy pocos sitios. Desgraciadamente, el primer equipo está en Primera Federación, pero vas a Abegondo y ves todo el personal que hay, cómo te tratan... Es increíble. La gente aquí es maravillosa y me da muchísima pena ver al Dépor ahí, en Primera RFEF.
—De momento, le va bien.
—Cuando llegué no tenía mucho ritmo, pero poco a poco he ido entrando. En diciembre hubo un par de partidos que no estuve como me gustaría, pero en los últimos he disfrutado mucho más jugando y el equipo va a ir para arriba. Seguro.
—Siendo ambidiestro, ¿en qué banda le gusta jugar más?
—Sinceramente, donde más cómodo me encuentro es en la mediapunta. Desde las vacaciones juego ahí y me siento mejor. También me gusta encarar por la izquierda. Actuar con libertad.
—En el primer equipo buscan gente de banda.
—Me centro en el Fabril. En el futuro me gustaría llegar al primer equipo, está claro, pero mi idea ahora es jugar lo máximo posible en el filial. Es para lo que me han fichado. Yo vengo cedido, pero el Dépor tiene opción de compra.
—En el Atleti jugaba de carrilero.
—Sí, a veces por la izquierda, otras por la derecha. Ahí me costaba más porque no soy fuerte defensivamente. Intentaba hacerlo lo mejor posible. Pero fue duro, porque a veces no encontraba mi sitio.
—Idiakez busca laterales para el primer equipo del Dépor.
—Pues yo, mejor que no [se ríe].

«Con Fernando Torres hablaba de Galicia»
Vilán dejó el Celta en el 2020 y firmó por el Atleti.
—¿Cómo fue su fichaje?
—Yo soy un chico muy tranquilo y mi familia también. El Atlético es uno de los tres clubes más grandes de España y, obviamente, te hace ilusión que vengan a por ti. Estábamos aún con el covid, sería noviembre, o así, y recuerdo estar en el sofá cuando recibí la llamada de mi representante para decirme que ya estaba todo listo. Fue una época dura tanto para mí como para mi familia, por tener que salir de casa, pero al final estaba muy contento y con muchas ganas.
—Era cambiar su vida con 17 años.
—Al principio, me costó. Yo soy de un pueblo y te vas a una ciudad como Madrid... Con un ambiente muy diferente... Me impactó todo, pero poco a poco lo fui asimilando y todo aquello me ayudó a madurar. Fui encontrando mi lugar y los compañeros me ayudaron mucho en la residencia. Fue duro, pero también bonito.
—Coincidió con Pablo Barrios y también con Fernando Torres.
—Sí, con Pablo estuve en juveniles y luego en el filial hasta que subió al primer equipo. Es muy bueno. De los mejores con los que yo haya estado. Es supercompleto porque tiene físico, calidad, regate, visión de juego... Lo tiene todo. Y Fernando Torres me entrenó en División de Honor juvenil. Es una persona superhumilde y también muy tranquila. Le gustaba hablar mucho para ayudarnos. Es una persona 10. Solo tengo buenas palabras hacia él. A veces me hablaba de Galicia y me contaba un poco cosas de aquí, bromeaba...
—Llegó a jugar una fase final de la Youth League con el Atleti.
—Ese año fue duro, porque no jugué todo lo que me hubiera gustado y además lo hice en una posición en la que no estaba acostumbrado, ni estaba cómodo. Fue un aprendizaje para mí, nuevas ideas para mejorar mi fútbol. Fuimos un verdadero equipo, pudimos ganarle la Liga al Madrid y llegamos hasta semifinales de la Youth League. Cuando era pequeño, yo la veía por la televisión con mi padre, o incluso desde clase con mis amigos. Al final, poder jugar yo una final a cuatro fue muy bonito. Fue una experiencia preciosa.