24 años del incendio de la cubierta de Preferencia el día del ascenso a Primera contra el Murcia
09 jun 2015 . Actualizado a las 20:52 h.En los últimos 4 años el Deportivo ha festejado 2 ascensos, pero hay un regreso a Primera que sigue grabado en la memoria de todos los aficionados blanquiazules. El 9 de junio de 1991, el Dépor entrenado por Arsenio lograba en Riazor el ascenso a la máxima categoría del fútbol español tras 18 años de travesía por el desierto. Aquel partido ante el Murcia será recordado por los dos goles de Stojadinovic, pero también por el incendio de la cubierta de Preferencia Superior, que obligó a detener el partido y causó inquietud en la grada. Al final, quedó como el fuego que ahuyentó a las meigas que venían gafando la trayectoria del club coruñés.
Según el cronista Jesús Flores en La Voz de Galicia del 10 de junio de 1991, «González Lecue [el árbitro de aquel partido] acababa de señalar el inicio del enfrentamiento cuando un humo negro y espeso comenzó a salir de la cubierta. En un momento dado, la gente saltó al campo, temerosa del incidente. Casi tres cuartos de hora estaría parado el encuentro. Sólo un cambio en la dirección del viento y las cosas se hubieran complicado seriamente».
Poco a poco la gente se fue reubicando en la grada de Preferencia pero ahí no terminaría la cosa. Se produjo una carga «sin necesidad y además de forma indiscriminada» de la Policía en la grada de maratón. Siete personas tuvieron que ser atendidas aquella tarde por contusiones y lipotimias. Cuatro personas fueron atendidas en la enfermería de Riazor y otras tres fueron llevadas al CHUAC.
En los días posteriores, la investigación del suceso fue incapaz de encontrar la bengala que supuestamente habría provocado el fuego de la cubierta. «Tampoco sabemos si la bengala pudo ser arrojada desde dentro o desde fuera del estadio. Ni lanzándola con pistola hubiera llegado desde la grada de General», decía entonces Carlos González Cortés, concejal de Seguridad Ciudadana en aquella época. «El material de la cubierta, un sucedáneode la uralita formado por poliéster y manta de vidrio, es mejor que la propia uralita, que es quebradiza, se astilla y cae formando puñales», describía Antonio Desmonts, entonces director del Servicio Contraincendios del gobierno local.
En el 2008, con motivo del regreso del Murcia a Riazor, La Voz habló con protagonistas deportivos de aquella jornada histórica para los blanquiazules. «Había muchos nervios y cuando vimos el incendio no nos lo podíamos creer. Llevábamos toda la semana hablando, yo no dormí la noche anterior y la gente echaba ajos al campo, pero parecía que aquel día lograban el efecto contrario», explica Stojadinovic, doble goleador de aquella tarde, para quien aún resuenan los ecos de la celebración posterior: «Después de ganar al Murcia tuvimos fiesta durante dos semanas seguidas».
«Primero, el fuego, porque aquello no era solo humo, había llamas y me acuerdo de la cara de la gente, que corría despavorida por la pista y me produjo preocupación. Luego cuando se solucionó todo, me quedé más tranquilo», indicaba Martín Lasarte. «Mi primer recuerdo es la ansiedad por el incendio. Era un duelo vital, pero primero tuvimos que recuperarnos del susto, se tuvo que demorar el partido media hora y con la trascendencia que tenía y aquellos acontecimientos se hizo aún mucho más duro», dijo el centrocampista Jon Aspiazu.
«El incendio de la grada me impactó, nunca había visto una cosa igual, no sabíamos si se suspendería el partido, hoy seguro que se hubiera suspendido. Entonces por los pasillos se decía: 'Sólo falta ahora que pase algo'. Había miedo por lo que pudiera suceder, porque estábamos acostumbrados a sufrir por los ascensos», aseguraba José Ramón. Afortundamente, el incendio de la cubierta es una anécdota de una jornada gloriosa.