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La policía precinta y denuncia a uno de los pubs más conocidos de «la zona»

M. G. VIGO

VIGO

M. MORALEJO

El Concello ordenó la actuación en el «Planta Baixa» por «desobediencia reiterada» tras revocar su licencia La Policía Local desalojó y precintó ayer de madrugada el conocido pub «Planta Baixa» de la calle Lepanto y denunció a su propietario en el juzgado por la «desobediencia reiterada» del cumplimiento de una orden de cierre. Urbanismo revocó recientemente la licencia que tenía desde hace casi dos décadas para desarrollar la actividad de «bar sin música». El Concejal de Xuventude señaló que «o disfrute non esté reñido co descanso cando se cumple a lei» y aseguró que la represión que quieren acometer ayuntamientos como Madrid o Sevilla es una pésima medida para luchar contra el «botellón».

05 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Agentes de la policía local entraron ayer a la 1.15 de la madrugada en el pub Planta Baixa y, tras desalojar a la veintena de clientes que había en el interior, precintaron el local y denunciaron a sus responsables en el juzgado «por desobediencia reiterada de una orden de cierre». Según explicaron fuentes municipales, la Policía Local ya había cerrado varias veces este pub, la última de ellas el pasado 30 de enero, «pero rompían el precinto y volvían a abrir al público». La orden de cierre procedía de un expediente tramitado por Urbanismo por incumplimiento reiterado de los horarios de apertura y por desarrollar una actividad diferente de la que figuraba en la licencia municipal. El Planta Baixa era uno de los locales más conocidos y visitado de la zona de Churruca por sus precios económicos y su prolongado horario. Abría a diario y los fines de semana era el local que, sin ser un after-hours, más prolongaba su actividad, en ocasiones hasta las siete u ocho de la mañana. Abrió hace casi dos décadas con el nombre de Concello. Al principio era un bar-tasca que servía vinos e incluso comidas caseras, pero paulatinamente orientó su actividad hacia la movida juvenil. Los vecinos de la calle Lepanto denunciaron en varias ocasiones a este local y a otro situado justo enfrente por las aglomeraciones de jóvenes que se producen en el exterior algunos fines de semana a altas horas de la madrugada.