Bruselas financiará, a petición de los Estados, la construcción de infraestructuras portuarias para el tráfico intracomunitario El puerto de Vigo puede formar parte de una malla transeuropea de tráfico de mercancías por mar a partir del año 2004, fecha en la que la Comisión prevé sacar adelante su proyecto de creación de autopistas marítimas, un concepto que se materializará en inversiones en infraestructuras portuarias para potenciar el transporte intracomunitario en buques portacontenedores, con vistas a aligerar las saturadas redes de carreteras y reducir la contaminación atmosférica. Bruselas quiere potenciar las terminales de la fachada atlántica y conectar el sur (España y Portugal) con el norte (Suecia) mediante macropuertos, como el Rotterdam o Le Havre, e instalaciones menores, como Vigo. La presentación de la candidatura corresponde al Ministerio de Fomento.
16 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.El proyecto que pretende aplicar gradualmente la UE a partir del año 2004 forma parte del Libro blanco de transporte 2010 redactado por el equipo técnico de la comisaria Loyola de Palacio, en el que se da nombre a un macroplan para revitalizar y coordinar el transporte de mercancías intracomunitario por tren, barco y carretera llamado acertadamente Marco Polo. Su dotación de fondos alcanza los 160.000 millones de euros (26,62 billones de pesetas) y aunque no especifica la cuantía para las infraestructuras portuarias necesarias para poner en marcha las autopistas marítimas, sí explica que se realizarán en los puertos que reúnan las cualidades suficientes para aportar flexibilidad, rapidez e intermodalidad de transportes al movimiento importante de mercancías entre los Quince. Macropuertos La UE dispone de 35.000 kilómetros de costas, pero la mayor parte de los tráficos se concentran en una zona de apenas 500 kilómetros, entre Le Havre (Francia), Rotterdam (Holanda) y Hamburgo (Alemania). Estos tres macropuertos serán la puerta de entrada y de salida de una buena parte de las mercancías vitales (combustibles, productos manufacturados e hidrocarburos) que la UE importa y exporta de EE UU o mercados asiáticos, que en conjunto alcanzan los 2.000 millones de toneladas y un valor de más de un billón de euros (166,39 billones de pesetas). La UE quiere aprovechar que Rotterdam en el mayor puerto del mundo, con 323 millones de toneladas, frente a los 348 millones que registra todo el sietema portuario español. A partir de aquí, diversos puertos de menor tamaño situado estratégicamente en la fachada atlántica y la costa mediterránea (los mejor dispuestos para favorecer también al comercio de los países que entrarán próximamente en la UE) servirán de puntos de enlace para distribuir las mercancías en sus zonas de influencia. Vigo y A Coruña, además de Santander, Gijón y Bilbao en la cornisa cantábrica podrían ser los candidatos de España para formar parte de esta red y obtener financiación comunitaria para la construcción de los equipamientos necesarios. Las autopistas marítimas se ha pensado teniendo en cuenta la disponibilidad de trenes y carretera, con el fin de llevar luego los productos puerta a puerta.