OPINIÓN | O |
26 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.INDEPENDIENTEMENTE DE los resultados que se han obtenido en Vigo, lo que pide la ciudadanía es que la ciudad esté humanizada. No cabe duda, que una ciudad dinámica como ésta, ha crecido demasiado y no demasiado bien, aún teniendo en cuenta que en la misma existe una gran masa crítica que potencia la creatividad y la innovación. No parece, que el camino que se ha tomado en los últimos años sea el que el ciudadano desea. La ciudad ha crecido demasiado deprisa debido al gran impulso de dinamismo que tiene la ciudadanía. En las manos del nuevo Gobierno de la ciudad está el lograr un proyecto y desarrollo de la ciudad ilusionante, acorde con sus señas de identidad. Una ciudad compacta y diversa, potenciando la cohesión social y buscando que sus conexiones con el Centro de España y con Portugal, supongan un mayor acercamiento de la primera ciudad de Galicia y, que las actividades industriales y de servicios sigan potenciándose. Vigo, como gran ciudad, que lo es, a través de sus representantes en el Concello, debe buscar que sea el mejor lugar donde dejarse llevar, ciudad cómoda, amable y relajada, en donde se creen las infraestructuras y servicios necesarios y, que una vez más no perdamos con guerras intestinas e individualismos, ventanas de oportunidad que aprovechan otros y que pueda suponer una vez más el que perdamos trenes de modernidad. Esta bella ciudad, exige una vez más que sea protagonista en la moderna Galicia y que se le trate en equivalencia a su importancia socioeconómica. Una nueva oportunidad comienza. Cierren filas todos. Las elecciones han finalizado hasta dentro de cuatro años. Por delante existe una gran tarea que desarrollar.