Reportaje | La trayectoria sindical de la ciudad CC.OO. edita un libro que rememora los acontecimientos sociales derivados del cierre del astillero Ascon, decretado por el PSOE, que supuso el germen del activismo obrero actual
02 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Los sindicalistas más genuinos nunca piensan en el pasado, porque siempre creen que hay, y habrá, tiempos mejores; ni tampoco piensan en el futuro, porque saben que llegará enseguida. Con ya algo más de veinte años a sus espaldas, el cierre del astillero Ascón (Astilleros y Construcciones) -hoy Rodman-, uno de los más importantes del sector de construcción naval de los años 70 y 80 en la ría de Vigo, tiene ya un rostro imborrable en la historia, no quizá el que se merezca, pero al menos uno que refleja uno de los más relevantes y tensos episodios de la historia social de la ciudad, que supuso sin lugar a dudas el germen del actual movimiento obrero de la ciudad más industrializada de Galicia, y del bastión del sindicalismo de clase desde hace medio siglo. CC.OO. recoge pormenorizadamente en el libro «Obra Viva» todos los hechos relevantes de las acciones llevadas a cabo por los obreros de la factoría y del conjunto de la sociedad viguesa de aquellos años para evitar el cierre de la empresa: Persecuciones por la ría a cargo de patrulleras de la Armada al catamarán -secuestrado por unos encapuchados - que la empresa naval fletaba para llevar a sus trabajadores desde las instalaciones de Moaña hasta Vigo, manifestaciones multitudinarias, bloqueos de la línea férrea en la estación de renfe, entierros simulados, conflictos con la Policía, y acciones como encedenarse en centros oficiales, reparto de pasquines y recogida de firmas para envío al Ministerio de Industria. Ascón, empresa de construcción naval de Vigo, nació en el año 1969 de la fusión de las empresas Construcciones (el astillero de Meira, capaz de construir buques de hasta 4.500 toneladas, es decir, un atunero congelador) y de F. Yarza, situado en la zona de Ríos-Vigo, y dedicada fundamentalmente a la fundición y a la reparación, con posibilidad de construir buques de hasta 1.000 toneladas. La fusión fue obra de las familias Fernández Davila y de Alejandro Barreras. En ese momento, la nueva empresa dispone de una superficie de 56.000 metros cuadrados en Meira y de otros 50.000 en Vigo. En el año 1970, el astillero ocupaba a unas 781 personas, que llegarían a ser 1.889 trabajadores en el año 1978, y que llegarían a ser 1.642 en el año 1984, año en el que el Gobierno del PSOE decreta el fin de la actividad productiva de Ascón. El proyecto americano Al final de todos los avatares, que forman parte de la trayectoria sindical de la ciudad y de la historia misma y cíclica del sector de construcción naval del sur de Galicia, resultaron, según dice el libro, muchos divorcios y buena cantidad de alcohólicos producidos por la tensión (es más o menos el guión de la laureada película «Los lunes al sol»), la incertidumbre y la ansiedad de varios años de conflicto y de lucha initerrumpida, pero se logró recolocar al antiguo personal de Ascón, que demostró que cuando hay organización y sindicatos representativos orientando la lucha, pueden alcanzarse soluciones aunque se sufra algún trauma por el camino. En aquel maremagnun publicatario orquestado por el PSOE, no faltó el elemento exótico protagonizado por un cierto grupo norteamericano que auguraba un maná en forma de proyecto para la creación de una base de reparaciones de plataformas petrolíferas. Con ella vendría algo así como un paraíso de las políticas sociales americanas: Comedores, guarderías, escuelas, viviendas, economatos, que logró incluso llenar la cabeza de algún político.