La firma pesquera vasca se convierte en el mejor cliente de la historia del astillero vigués La renovación de la flota desde 1980 ha supuesto un desembolso de 300 millones de euros
01 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.?a firma pesquera vasca Albacora ha construido y renovado la mayor parte de su flota en el astillero vigués Hijos de J. Barreras (del que es copropietaria desde 1998), hasta el punto de convertirse casi con toda probabilidad en el mejor cliente de la historia de la factoría naval, incluso por delante de la naviera asturiana Flota Suardíaz, que mantiene unos vínculos comerciales con la empresa viguesa que se remontan a más de un cuarto de siglo, y que se han traducido en casi una decena de avanzados buques para el transporte de cargas rodantes, un diseño en el que Hijos de J. Barreras se ha especializado en la última década. Desde la antigua saga Albacora construida en los año 80 (Catorce, Doce, Dieciséis, Quince, Once) a la moderna serie Albatún han pasado 24 años, un período en el que la empresa que preside Ignacio Lachaga ha seguido llamando sistemáticamente a las puertas de la compañía ubicada en Beiramar. Por lógica, compró un 10% del astillero en el momento de la privatización, ya que sólo en reparaciones y mantenimiento de su enorme flota -según un informe del Senado confeccionado en el proceso de venta- Albacora se gastaba unos 3.000 millones de las antiguas pesetas al año en este tipo de costosos trabajos. Según el listado oficial de las construcciones de los últimos 30 años de Hijos de J. Barreras, el grupo Albacora se ha gastado estimativamente en torno a 300 millones de euros durante los últimos 24 años en la compra y reestructuración de 16 grandes pesqueros -además de un buque mercante frigorífico- de entre 77 metros y 115 metros de eslora, como el botado ayer, bautizado como Albatún Tres , que ha costado unos 30 millones de euros. Este es el quinto de los atuneros congeladores comprados por Albacora ya en calidad de copropietario del astillero vigués. Para los amantes de los números, es, además, cuatrillizo de la serie que completan el Albatún Dos , el Intertuna Tres y el Panama Tuna , ya que el quinto es de menor envergadura. Es también el atunero congelador número 13 que sale de las gradas en los últimos 13 años. Pero no está gafado, porque ayer la botadura salió perfectamente. Barreras y Albacora cierran su capítulo actual de colaboración con la construcción de dos pequeños arrastreros para una firma participada por el grupo pesquero vasco.