
Reportaje | Infraestructuras educativas Los 488 alumnos de uno de los pocos colegios que queda en el centro de la ciudad volvieron ayer a las aulas tras su exilio forzoso en el Virgen del Rocío
10 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.El anciano decubridor de la penicilina resucitó ayer de su tumba y reapareció con lozanía en la calle Orense. El colegio Doctor Fleming reabrió ayer sus puertas a 488 alumnos que han permanecido en buena parte exiliados forzosamente durante un año y tres meses en el colegio Virgen del Rocío de Coia. El impecable y luminoso nuevo edificio supone el reencuentro entre los 16 grupos que se fueron al Virgen del Rocío y las 8 unidades de alumnos que permanecieron en el aulario mientras duraron las obras. Nuevo patio El director del centro, Fernando Liz, acarreaba ayer cajas como uno más. El personal del centro (37 profesores y tres miembros de administración y servicios) se encontró con que el teléfono no funcionaba bien y tuvieron que hacer un apaño con una inalámbrico. Fue un pequeño contratiempo en la reapertura del centro, que tiene 4.500 metros cuadrados construidos, sin contar los espacios patios y canchas de recreo. Las obras han sido efectuadas por la empresa Necso y han tenido un coste de unos dos millones de euros. El colegio cuenta ahora con un nuevo patio cubierto que transcurre bajo el voladizo de la carretera de la calle Amor Ruibal. Diecinueve naciones El colegio es de los pocos que queda en el centro de la ciudad. Con la fuerte inmigración y la recuperaciónd e la natalidad, el director espera completar todas las plazas en poco tiempo. Actualmente al Doutor Fleming acuden 70 estudiantes extranjeros procedentes de 19 países. Los primeros, que resultaron muy exóticos para el resto de alumnos, procedían de China, ahora los hay de Nigeria, Ghana... Se integran muy bien, pero tienen que emplear el primer curso en aprender el idioma. A veces tardan dos años en equipararse. El secretario del centro, Suso Novas, señalaba ayer que el colegio había comenzado su nueva etapa bajo mínimos y que se irán solventando los pequeños problemas. En el gimnasio todavía estaba el material apilado y sin desembalar. Para los chavales más pequeños la vuelta a clase fue suave y fueron familiarizándose con los espacios y los servicios del centro. Uno de los lugares que va a estar muy concurrido es el comedor donde al mediodía se disponían las bandejas de aluminio para el menú. En lo que resta de curso los alumnos comerán lo que les sirva una empresa de catering, pero el centro tiene la posibilidad de contratar a su propio personal de cocina. El colegio tiene lista de espera para acceder a los servicios de comedor. Al mediodía se sentaron 160 comensales pero existe la posibilidad de llegar a 200.