
Reportaje | Patrimonio amenazado La Xunta ha iniciado los trámites para paralizar una obra de explanación que amenaza con destruir los restos del castillo que defendía la orilla sur del estrecho
03 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.El Duque de Ormond al mando de un contingente de infantería de marina arrollaba a los defensores del castillo de Rande el 24 de octubre de 1702, facilitando así la maniobra ofensiva de la flota anglo-holandesa de George Rooke contra los galeones hispano-franceses. El resultado de la batalla de Rande es sobradamente conocido, pero no así lo que ocurrió con aquellas fortificaciones que teóricamente defendían el estrecho de Rande. Tal es el desconocimiento que en la actualidad rodea a estas ruinas que una empresa ha iniciado unas obras de explanación en los alrededores del castillo, poniendo en peligro su supervivencia. La parte oriental de uno de los bastiones ha sido totalmente desbrozada y allanada, incumpliendo la normativa de Patrimonio Histórico, que establece un área de seguridad entorno a cualquier elemento catalogado. El departamento de Patrimonio de la Consellería de Cultura ha abierto una investigación para determinar el alcance de las obras. Después de que una técnica de la consellería visitará la zona, se ha elaborado un informe que será remitido al Concello de Redondela para que paralice las obras. El castillo de Rande formaba parte del débil sistema de fortificaciones que los Austrias idearon para la ría de Vigo a mediados del siglo XVII. Los ataques de Drake, a finales del siglo XVI, las incursiones de los piratas berberiscos de comienzos del XVII y, definitivamente, el estallido de la guerra de independencia de Portugal facilitaron la construcción de los castillos de San Sebastián y el Castro en Vigo, así como el fortín de Rande, aunque nunca aportaron demasiada seguridad a los habitantes de la ría. Tras la batalla, los restos del fortín fueron abandonados y la vegetación comenzó a recuperar su terreno, provocando el olvido. Hasta 1995, el catálogo de la Xunta no incluía estas ruinas e, incluso, en el libro que acompañaba a la exposición conmemorativa del tercer centenario de la Batalla de Rande, organizada por el Museo do Mar de Galicia, se daba por hecho que no existían vestigios de la fortificación. Sin embargo, el colmo de la destrucción se produjo a finales de los años setenta cuando uno de los pilares del puente de Rande fue hincado sobre el propio castillo, quedando desde entonces a la vista tan sólo dos bastiones medio ocultos por unos árboles. Este gran abandono no pasó desapercibido para el arqueólogo Javier Luaces, una de las personas que mejor conoce la Batalla de Rande. Hace unos años, este investigador realizó una propuesta a la empresa Audasa para que se pusiera en valor estos restos, con la limpieza de la zona y la señalización de los restos. Mientras que, cada cierto tiempo, aparece un nuevo plan para buscar tesoros en el fondo del estrecho, las piedras que fueron testigos de aquellos hechos luchan porque alguien las reconozca.