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«Trabajar 33 años en favor del patrimonio ha sido un regalo»

VIGO

M. MORALEJO

Entrevista | Juan Manuel López Chaves A la hora de hacer balance, López Chaves está particularmente orgulloso de haber logrado que una asociación «liliputiense» tenga tanto prestigio en Europa

15 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

?os 25 socios fundadores de la Asociación de Amigos de los Pazos nunca pudieron imaginarse que, aquel mes de marzo de 1972, estaban poniendo la primera piedra de un trabajo que, con el paso del tiempo, se revelaría determinante en la recuperación del patrimonio cultural, no ya sólo de Vigo, sino de Galicia entera. Juan Manuel López Chaves, uno de aquellos 25, fue el padre de la iniciativa. Después de 33 años en la presidencia de la asociación (el primer año la ocupó Felipe Bárcena), el pasado mes de marzo le cedió el testigo a Montserrat Maneiro, otra histórica. _Es la hora del balance. _No puede ser más positivo, sobre todo en lo personal. Haber tenido la oportunidad de trabajar durante 33 años en favor del patrimonio ha sido un regalo. _¿Cómo empezó todo? _Por casualidad, como suelen empezar muchas cosas. El Instituto de Estudios Adminsitrativos me había encargado un estudio sobre el Área Metropolitana de Vigo, asunto hoy tan de moda, pero que ya entonces, en el año 70, era objeto de interés. _Ya, pero eso ¿qué tiene que ver con la creación de los Amigos de los Pazos? _Pues que tuve que recorrer muchos kilómetros. Me acompañó mi mujer y, mientras yo tomaba notas para el estudio, ella se fijaba en la arquitectura. Descubrió verdaderas joyas abandonadas o en ruinas, así es que cuando aquello acabó les propuse a un grupo de amigos crear la asociación. Lo primero que hicimos fue un inventario de de pazos y torres. Hacía medio siglo que no se publicaba nada. Fue una aventura. No teníamos ni una peseta. Menos mal que encontramos una imprenta que nos echó una mano. Para nuestra sorpresa se vendió todo. _Lo cual les desmostró que iban por buen camino. _Desde luego fue un elemento revulsivo. Cunqueiro, que fue el prologuista de aquel primer volumen, nos hizo una recomendación que hicimos nuestra: «Ser defensores de la cultura pacega, no de restos arqueológicos». _Y eso hicieron ¿no? _Hicimos una apuesta que iba un poco más allá y que recogimos en el lema de la que fue nuestra primera campaña: Buscar un futuro a nuestro pasado. Porque los pazos habían tenido su lugar en historia, pero carecían de futuro. Defenderlos era también defender el medio ambiente. En sus jardines había y hay especies únicas, tanto por su antigüedad como por su importancia. Galicia llegó a contar con 2.000 pazos, verdaderos ejes de ordenación territorial, enclavados siempre en las zonas de mayor calidad agrícola. _Eso confirma lo bien situado que está Vigo. _Pues sí. Es el único municipio de Galicia que cuenta con cinco pazos en su casco urbano. _Pero llegó un momento en que lo de los pazos se les quedó pequeño y ampliaron el negociado. _(Risas). Sí, en el 79 iniciamos una nueva campaña, en este caso en defensa del Casco Vello. Recogimos 5.000 firmas en demanda de un plan integral de recuperación del barrio y la restauración de la Casa Arines y pazo de Figueroa. _Lo del plan integral, estamos en ello, pero pueden colgarse la medalla de la Casa Arines. _Tardamos ocho años. Parecía que la batalla no iba a tener fin, pero se logró. Fue determinante el apoyo de la entonces consul de Portugal Anabela Cardoso. Así fue como Vigo pudo disponer de la única sede el Instituto Camoes que no está en la capital del país. De hecho, la Casa Arines es el estandarte de las relaciones entre Galicia y Portugal. _Y 33 años después decide colgar las botas. _Toda persona tiene su tiempo y su oportunidad. Ha llegado el momento de ceder el testigo, lo cual no significa que me desvincule de la asociación. De hecho, estoy trabajando en dos nuevas publicaciones. De los amigos no se desvincula uno. Y eso es lo que somos todos.