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La Casa das Artes fue sede del Banco de España en 1943

La Voz

VIGO

Memoria de Vigo El proyecto arquitectónico fue obra de Romualdo de Madariaga, casado en Vigo

12 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El 4 de mayo de 1952 coincidían las bodas de plata de Romualdo de Madariaga y Céspedes y Paz de Oya Salgueiro con el enlace matrimonial de su hija, Pachín de Madariaga y Oya, con Carlos Zulueta de Haz. Fue aquella una ceremonia de gran relumbrón. Madariaga era por entonces arquitecto del Ministerio de la Gobernación y su esposa rica heredera de la familia de García Barbón. Ignoro si la relación de Madariaga con Vigo pudo influir para que le encargaran el proyecto de uno de los más importantes edificios del régimen franquista en la Oliva, el que acogió el Banco de España, donde está actualmente la Casa das Artes. Bien es cierto que la ciudad clamaba por una nueva sede para el Banco, instalado antes en el edificio ocupado hasta hace poco por el Rectorado. En 1933 el subgobernador respondía a una exigencia local que «este Banco tiene en estudio la adquisición en esa localidad de un solar para construir un edificio para sucursal, y una vez vencidas las dificultades que puedan presentarse, este establecimiento procederá sin demora a la construcción de aquél». Al principiar marzo del año de aquella comunicación se formalizaba la compra de los terrenos del Banco Español del Río de la Plata. En los extremos de la propiedad estaban establecidos dos vigueses bien conocidos, que serían expropiados. A un lado, la fotografía Llanos, al otro la floricultura de la viuda de Pihilippot. La guerra debió truncar el proyecto, porque se preveía para julio de 1936 la subasta de la construcción. Con el nuevo régimen hubo que empezar otra vez, y hasta mayo de 1938 nada se supo del nuevo proyecto, éste ya firmado por Romualdo de Madariaga. Hasta el 19 de abril de 1943 no se bendijo e inauguró el nuevo edificio del Banco de España, acto que terminó naturalmente con los vítores clásicos: ¡Viva Franco! ¡Arriba España! ¡Viva España! En el Anuario de Vigo de 1950-1951 se informaba que el inmueble del antiguo Banco, el ya citado por acoger al edificio más noble de la Universidad y que ahora ocupará la alcaldía, había sido transformado para convertirse en sede del Gobierno Militar de la plaza y provincia. «El viejo caserón -decía la publicación de Gonzalo Rey Alar y Angel Sevillano- fue convenientemente reformado y ampliado, dejándosele en condiciones de la capital función a que se destina como centro militar». Un inmueble, el primero que acogió a la Banca oficial española, que sirvió primero al dinero, después a los ejércitos, más tarde a la docena universitaria y ahora al poder municipal. Antes había sido palacete de una familia vinculada a los Molíns. En los años ochenta del siglo pasado, ante el anuncio de desaparición de la sucursal viguesa del Banco de España, hubo grandes protestas en la ciudad, gestiones de todo tipo. De nada valieron, porque se llevaron el Banco.