Ofrecerá la instalación a la Xunta para recuperar la Escuela de Hostelería perdida en O Berbés La empresaria hostelera prepara una demanda contra el Concello «por sus incumplimientos»
19 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Envuelta en la perenne polémica que arropa su vida entera (la pública y la privada), Karina Fálagan, autoproclamada alcaldesa del Atlántico, plegó ayer las velas del que ha sido su buque insigna en los últimos 28 años de vida. La noche del pasado lunes, (esperó a la festividad de Santa Sofía en honor a la reina), el Jonathan L. Seagull, auténtico incono del turismo en la playa de Samil, echó la llave para siempre... o eso proclama ella. Una década antes de que finalice la concesión municipal de la que goza desde los años 70, y 32 atracos después, la Fálagan escribe un punto y aparte en otro capítulo de su convulso currículo. En medio quedan más de doscientos empleados que pasaron por el curioso establecimiento y, como ella misma presume, «10.969 días de trabajo ininterrumpido». No es tarea fácil describir al Jonathan. Bautizado así en honor al personaje de Juan Salvador Gaviota, creado por el escritor americano Richard Bach, con quien Karina admite haber tenido más de un romance, por este pub, restaurante y cafetería desfilaron cientos de famosos de pelaje variado. A finales de los 70 y principios de los 80, el local, pionero en la playa más conocida de la ciudad, adquirió renombre gracias al Atlantis Show, espectáculo nocturno que Fálagan convirtió en un divertido crisol de estrellas. Allí cantaron y bailaron desde Sara Montiel o Rocío Durcal hasta Chabela Vargas o Julio Iglesias, pasando por Alaska, Alberto Cortés, Mochi, el ballet cubano, decenas de transformistas y alguna que otra pornostar. Fueron los años de esplendor. Karina habla ahora de un «ocaso provocado por la desidia municipal». Transcurridas tres décadas, pretende abandonar su proyecto con el mismo estrépito que lo envolvió en sus prolegómenos. Los veteranos políticos todavía recuerdan la polvareda que levantó la concesión firmada por el entonces alcalde García Picher en favor de la Fálagan, entonces propietaria del Lady Hamilton, el local de alterne por excelencia del Vigo que amanecía tímido a la caída del franquismo. La alcaldesa del Atántico, que hoy celebra cumpleaños en su León natal junto a su amigo José Luis Prada (propietario de la cadena de restaurantes Prada a Tope) anuncia la «inminente presentación de una demanda contra el Concello por sus reiterados incumplimientos». Además, en octubre presentará en la Xunta un proyecto que masculla desde hace varios años. Pretende ceder su local y su concesión al Gobierno gallego si éste acepta recuperar allí la escuela de hostelería gallega, la misma que cerró hace ya años en O Berbés. Lo que será difícil de reabrir, según ella misma grita a los cuatro vientos, es la actividad del Jonathan. Y así explica el asedio al que dice estar sometida: «Soy el váter público de cientos de excursiones que llegan a Samil, hago curas, caliento biberones y presto los servicios públicos que el Concello prometió mil veces y nunca hizo». «Además -remata-, sólo en este pasado mes de agosto soporté 17 inspecciones de policías municipales y Sanidad. Vienen a por mí desde hace tiempo y ni siquiera me ayudan en las actividades que hago para niños en la playa. Así no hay quien viva. Por eso ahora quiero pelear en los juzgados».